El fiscal Lucio Herrera (h), interinamente a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°7 –secretaría de Javier Sánchez Sarmiento- le requirió al responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°54, Walter Candela, la elevación a juicio de la investigación seguida contra Enrique “Quique” Elvio Torriani, acusado de haber asesinado de un escopetazo a su pareja luego de una discusión en el dormitorio de la vivienda que habitaban en el barrio porteño de Villa Lugano.

El hecho tuvo lugar en las primeras horas de la mañana del 30 de septiembre pasado, en el inmueble del Pasaje Málaga al 5500 donde convivía la pareja. Aquel día, Torriani discutió con Mirta Liliana Romero en el dormitorio de la vivienda. En ese contexto, el hombre tomó una escopeta calibre 16 y abrió fuego contra ella, y le ocasionó una herida grave en su abdomen.

Los hijos de la pareja ingresaron a la habitación y vieron a la mujer herida, al tiempo que uno de ellos le quitó la escopeta a su padre, tras lo cual el hombre salió de la vivienda en una camioneta –propiedad de un cliente, ya que posee un taller mecánico- y se presentó en la Comisaría N°48, donde quedó demorado. La mujer fue traslada al Hospital Santojanni, donde falleció en la mañana del 1° de octubre.

La investigación quedó a cargo del juez Candela. En base a las pruebas colectadas durante la pesquisa, el fiscal Herrera entendió “que la circunstancia de que el Encartado Enrique Helvio Torriani haya sido señalado por la damnificada, ya herida faltamente pero aún consciente, como el autor del disparo de arma de fuego (que finalmente le causara la muerte) (…) junto con las declaraciones de los dos hijos de la pareja (…) junto con el informe del Departamento de Tanatología de la Morgue Judicial que refiere que la muerte de Mirta Lilian Romero habría sido ‘lesiones por proyectiles de arma de fuego en abdomen’, adquiere una categoría determinadamente cargosa contra el mismo”.

Por ello solicitó que Torriani sea sometido a juicio oral como autor del delito de homicidio calificado por el vínculo de cónyuge, por haber sido cometido dentro de una situación de violencia de género preexistente y mediante el empleo de un arma de fuego, en concurso real con el delito de tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil, dado que el imputado –a pesar de haber reempadronado la escopeta- no estaba inscripto al momento del hecho en ninguna de las categorías de legítimo usuario de armas de fuego de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMC).