20 de abril de 2024
20 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Intervino la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14
Requirieron juicio oral para un médico por la muerte de un paciente
De acuerdo con la acusación, el profesional -imputado de homicidio culposo- recetó pastillas con múltiples componentes a un hombre que padecía hipertensión, sin realizarle exámenes previos, en el marco de un tratamiento para bajar de peso. A consecuencia de ello, la víctima sufrió una falla cardíaca y falleció.

El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, Andrés Madrea, solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra el médico Francisco Daniel Saslavchik, por el homicidio culposo de José Antonio Maíz -un paciente con antecedentes de hipertensión- al que, sin previo examen clínico ni advertencias sobre los potenciales efectos adversos, le recetó pastillas para adelgazar que le produjeron una falla cardíaca que desencadenó en su muerte.

De acuerdo con la acusación fiscal, en diciembre de 2010, en ocasión de un control médico, Maíz padeció un cuadro de hipertensión, a pesar de que nunca fue declarado oficialmente como enfermo. A raíz de ello, comenzó a cuidarse con las comidas y a practicar yoga. Como tenía un poco de sobrepeso, decidió concurrir al consultorio de Saslavchik para iniciar un tratamiento, dado que su pareja se había atendido con ese profesional.

Así, luego de una breve, inicial y única entrevista, donde la víctima refirió haber padecido hipertensión, el galeno le entregó el libro “Tratamiento de descenso de peso acelerado del Dr. Saslavchik”, con recomendaciones y recetas de comidas para el tratamiento y le prescribió dos comprimidos diarios de una receta magistral que incluía cafeína, diazepan, triac (ácido triyodotiroacetico u hormona tiroidea), garcinia cambogia e hidroclorotiazida, que le fue enviada por delivery a su negocio. Así, Maíz empezó a tomar los comprimidos, hasta que una semana después de iniciado el tratamiento comenzó a sentir dolores estomacales, sudoración excesiva y debilidad física, lo que atribuyeron al hecho de que había bajado ocho kilos en dos semanas.

La víctima bajó 8 kilos en dos semanas. Días después de empezar a tomar los comprimidos empezó a sentir dolores estomacales y a padecer sudoración excesiva y debilidad física.

En la madrugada del 17 de julio, un día después de cumplir 42 años, el hombre se descompuso y falleció. La autopsia practicada por los especialistas de la Morgue Judicial determinaron que “la causa final del fallecimiento es congestión y edema pulmonar, como expresión final de una falla cardíaca”, al tiempo que presentaba “hipertrofia y dilatación cardíaca”. Concretamente, Maíz tenía una “hipertrofia ventricular izquierda, vinculable al antecedente de hipertensión arterial de larga data, previa a la muerte”.

En la extensa investigación desarrollada por el fiscal Madrea y su equipo -que incluyó recurrir a la Cámara del Crimen y a la Casación para que confirmaran el procesamiento- se probó que Saslavchik prescribió a Maíz comprimidos de una receta magistral, en el marco de una consulta para bajar de peso, sin efectuarle análisis clínicos previos ni efectuar un seguimiento una vez iniciada la ingesta de las pastillas.

Al efecto, el fiscal requirió la opinión de una Junta Médica, que concluyó que la asistencia dispensada por el médico a su paciente no fue acorde a una correcta práctica médica, en tanto “previo a la indicación de farmacoterapia para la disminución del peso y en el contexto clínico de un paciente con antecedente de hipertensión arterial, consideramos de buena práctica médica realizar una adecuada anamnesis, un examen físico completo, exámenes de laboratorio de rutina, placas radiográficas de tórax, electrocardiograma y eventualmente una evaluación cardiológica, e implementar primeramente un tratamiento higiénico-dietético (de comida y ejercicio); si el mismo no diere resultado, se puede utilizar farmacoterapia complementaria, que debe estar estrictamente controlada”.

Por otra parte, los facultativos consultados por la fiscalía, señalaron que “las drogas como la hidroclorotiazida, cafeína, triac, etc. pueden provocar efectos adversos a nivel cardiovascular (congestión, edema pulmonar y muerte) dependiendo de las dosis suministradas, la susceptibilidad individual y/o los antecedentes patológicos”.

Además, las “dosis” de drogas combinadas excedían las recomendadas conforme las conclusiones de los numerosos expertos Médicos Forenses que intervinieron y también que la garcinia cambogia es un vegetal que está autorizado, por la disposición ANMAT 1637, del año 2001, a emplearse sólo como suplemento dietario, no consignándose en dicha disposición su uso en mezcla con sustancias psicotrópicas como diazepam ni con otros estimulantes como la cafeína. “Dicha combinación de principios activos no se encuentra registrada en la ANMAT como especialidad medicinal”, señalaron los peritos.

“El recto ejercicio de la medicina es incompatible con actitudes superficiales", señaló el fiscal Madrea.

En cuanto la acción farmacológica y efectos de los distintos componentes de las pastillas recetadas a Maíz concluyeron en que “por su particular composición, podría desencadenar problemas cardíacos irreversibles” y que “previo a la dispensación de fármacos para la pérdida de peso, es de buena práctica médica realizar un examen cardiológico, evaluación clínica y de laboratorio e implementar un tratamiento Higiénico dietético, el cual si no da resultado, luego de 3 a 6 meses de la implementación, se puede utilizar farmacoterapia complementaria, la cual debe estar estrictamente controlada”.

En su indagatoria, el médico negó la imputación y sostuvo que, para él, la víctima era un paciente sano. Asimismo señaló que “no entendía por qué razón Maíz ni su esposa –quien también fue paciente suya- se comunicaron con él o con un médico de guardia a poco de comenzar a sentirse mal”, al tiempo que agregó que “el medicamento prescripto a Maíz es una fórmula que vengo utilizando, como mínimo, desde hace unos 4 años, que le fue suministrada, sin inconveniente a alguno a una gran cantidad de pacientes”.

En base a los testimonios y pruebas colectadas en la investigación, el fiscal Madrea consideró que “la actuación profesional desplegada por Francisco Daniel Saslavchik (…) respecto a la atención proporcionada a quien en vida fuera José Antonio Maíz –quien fue a su consulta a fin de iniciar un tratamiento para bajar de peso-, no fue realizada de acuerdo a una correcta praxis médica”. En tal sentido puntualizó que “la negligencia no concluyó en la terapia peligrosa del fármaco frente a la patología preexistente sino que además transitó hacia la carencia de seguimiento y estudios eficientes previos y/o posteriores que hubieran permitido despejar los condicionantes eventuales del resultado fatal aún una vez iniciada la ingesta del preparado recetado”.

En virtud de todo ello, el representante del Ministerio Público Fiscal requirió que el imputado sea sometido a juicio oral como autor del homicidio culposo de su paciente, ya que “el nombrado infringió el deber objetivo de cuidado que debe proporcionar un profesional de la salud, al recetar el compuesto magistral a la víctima, sabiendo al momento de hacerlo que había sufrido hipertensión arterial al menos en una oportunidad, cuando la correcta praxis médica imponía someterlo a una serie de evaluaciones médicas”.

Al fundar la calificación, la Fiscalía sostuvo que “el recto ejercicio de la medicina es incompatible con actitudes superficiales. La conducta esperable y exigible de quien posee el título de médico es la de poner al servicio del enfermo el caudal de conocimientos científicos que su detentación supone, prestándole la diligente asistencia profesional que el estado del paciente requiera en cada caso”.