El fiscal federal Ricardo Toranzos solicitó la elevación a juicio de una banda, conformada por seis personas, dedicada al comercio internacional de estupefacientes.  Están acusados de ingresar 125,526 kg de cocaína al territorio nacional para luego ser transportada a la provincia de Buenos Aires o al exterior para su posterior comercialización. Entre los acusados, se encuentra un empleado del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Se trata de una causa que se originó como desmembramiento de otra que estaba siendo tramitada en el mismo tribunal. El principal imputado es Ariel Alejandro Lazarte, que sería el líder de la banda, y a quien el fiscal lo acusa de ser el autor prima facie responsable del delito de organización de tráfico de estupefacientes. Los cinco restantes están acusados de ser coautores de los delitos de transporte de estupefaciente agravado por la intervención de más de tres personas organizadas para cometerlos.

Dos de los imputados resultaron detenidos el 27 de noviembre de 2015 cuando se encontraban a bordo de un vehículo marca Fiat que había salido desde la localidad salteña de Profesor Salvador Mazza. Al existir la posibilidad de que se estaría transportando sustancias estupefacientes, se procedió a su intercepción en el ingreso norte a la ciudad de Tartagal. En esas circunstancias, personal de Gendarmería Nacional demoró a Martín Alejandro Toledo y Faustino Irineo Urzagaste, luego de encontrar cuatro bolsas tipo arpillera de color verde conteniendo en su interior paquetes de forma rectangular. Una vez trasladados se constató la existencia cocaína en esos envoltorios.

Después de recolectar más pruebas, se llevaron a cabo los allanamientos en las viviendas de cada uno de los imputados y se realizó la posterior detención de otros cuatro hombres.

Luego de que prestaran declaración indagatoria se ordenó el procesamiento de Jorge Luis López por considerarlo autor “prima facie” responsable del delito de organización de tráfico de estupefacientes. Al resto se los procesó por considerarlos responsables del delito de transporte de estupefaciente agravado por la intervención de más de tres personas organizadas para cometerlos.

Luego del análisis de los elementos incorporados a la causa, se pudo determinar que se trataría de una organización transnacional que se dedicaba a ingresar importante cantidades de cocaína al territorio nacional, para luego ser transportada a la provincia de Buenos Aires o al exterior para su posterior comercialización.

En ese marco, Urzagaste y Toledo eran los engranajes finales, quienes debían trasladar el material estupefaciente desde la localidad de Profesor Salvador Mazza hasta Tartagal.

Los roles

A partir de una serie de medidas en pos de avanzar con la investigación, se pudo determinar que había otras personas que formarían parte de esa organización. Urzagaste fue quien habría emprendido el transporte de la droga hasta la ciudad de Tartagal; Martín Alejandro Toledo también conformaba un sujeto necesario para el éxito del transporte de droga en la frontera, ya que se encontraba acompañando a Urzagasta. Además, en su calidad de empleado del SENASA buscaba disminuir la intensidad de la revisión por parte de los controles fronterizos; Jorge Alberto Maldonado es otro de los actores principales de la maniobra delictiva; López Segade, tenía un rol decisivo ya que sería el director de la acción delictiva y financiaría, supervisaría y planificaría el delito bajo investigación. Además,  se encargaría de adquirir el tóxico y el posterior acondicionamiento para embarcarlo al exterior o a una línea de distribución en el país; Eduardo Rubén Arroyo sería el nexo entre los distintos componentes de la organización, responsable del acondicionamiento y la supervisión del transporte; Mario Alejandro Zambrana participó en los distintos actos desplegados por el equipo, acompañando y dando seguridad a los distintos pasos de la organización.