La fiscal federal Viviana Bruno Campaña solicitó la elevación a juicio de la investigación seguida contra Ángel Salvador Acuña y Marcelo Sebastián Ríos, acusados de trasladar más de 50 kilos de marihuana distribuidos y ocultos en diferentes partes de un auto Ford Focus. Los imputados fueron detenidos cuando se trasladaban desde la provincia de Formosa hacia la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.

El hecho ocurrió el 21 de abril de 2016, cuando los hombres se encontraban en el kilómetro 797 de la Ruta Nacional N°11, a la altura de El Timbó, ubicado en la ciudad de Avellaneda, provincia de Santa Fe. En esa oportunidad, en el marco de un operativo público de control por parte de personal de Gendarmería Nacional, se revisó el vehículo que conducía Acuña, en compañía de Ríos. Al momento del control documental, se determinó que el conductor no era el titular del vehículo ni contaba con autorización de manejo ni documentación equivalente.

Además, el personal prevencional advirtió un “penetrante olor a desodorante” dentro del vehículo y la presencia de aromatizantes desechables con forma de pino en el piso del auto, lo cual los alertó de que podía tratarse de un modus operandi para enmascarar el olor de sustancias ilícitas. Asimismo, advirtieron a simple vista una chapa suspendida con alambrares en la parte interior del rodado y la presencia de paquetes rectangulares, acondicionados y envueltos en cinta transparente.

En presencia de testigos, los gendarmes trasladaron el vehículo y a sus ocupantes a la Subunidad de la Gendarmería, ubicada en la localidad santafesina de Avellaneda, donde realizaron una inspección profunda dentro del automóvil que finalizó con la extracción de 63 paquetes de marihuana, equivalentes a 51,922 kilogramos, ocultos en diferentes partes del vehículo.

A raíz de ello, los dos hombres resultaron detenidos en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe, y posteriormente procesados por transporte de estupefacientes.

Para la fiscal, los elementos de prueba recolectados “son demostrativos (…) que los encartados adquirieron el vehículo días antes para el traslado e introducción de la droga en la cadena de comercialización” para luego viajar a Formosa –donde acondicionarían el vehículo- y luego “cruzaron a Paraguay presuntamente a adquirir el estupefaciente”. Tras ello, los imputados retirarían “el auto ya cargado para emprender su regreso hacia el destino final de la droga, con lo cual queda demostrada la empresa delictiva llevada a cabo por los encartados”, concluyó la fiscal en su dictamen.