La titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°4, Cristina Caamaño Iglesias Paiz, le solicitó al responsable del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°31, Rodolfo Cresseri, la elevación a juicio de la investigación seguida contra Juan Cruz Cei Byeskowna en orden a los delitos de amenazas con arma de fuego en concurso ideal con homicidio agravado por haber sido perpetrado en contra de una mujer mediando violencia de género, en grado de tentativa.

Los hechos

El 26 de agosto pasado, la víctima concurrió con unos amigos al boliche “Antoniete”, ubicado en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Durante ese día, la mujer había recibido diversos llamados telefónicos de su ex pareja, pero decidió no contestarle. Sin embargo, cuando se encontraba en el local bailable, apareció Cei Byeskowna, quien abordó a la mujer, la agredió y amenazó, lo que motivó una serie de disturbios con sus acompañantes, que culminaron con la expulsión del imputado del lugar.

Alrededor de las 4.30 hs. la víctima y sus amigos dejaron el boliche y se dirigieron a la ciudad de Buenos Aires, donde la mujer tomó un taxi y se dirigió a la Comisaría N°31 de la Policía de la Ciudad, para denunciar lo ocurrido. Al salir de la seccional, la mujer se dirigió hacia el local de McDonald´s, ubicado en la Avenida Cabildo al 700, cuando advirtió la presencia de Cei Byeskowna, quien circulaba en un Honda Civic.

Allí, el imputado habría extraído un arma de fuego y apuntado contra su ex pareja, por lo que la mujer desistió de ingresar al local y comenzó a caminar hacia la calle Olleros para volver a la Comisaría N°31 y denunciar el nuevo suceso. En eso, la mujer escuchó que Cei Byeskowna amartillaba el arma, por lo que lo increpó.

Finalmente, cuando la mujer cruzaba la senda peatonal de la calle Olleros, el imputado aceleró su vehículo y la embistió, lo que provocó que cayera sobre la vía pública y sufriera lesiones graves. Tras ello, Cei Byeskowna se dio a la fuga, y la mujer debió ser trasladada al Hospital Pirovano.

En el marco de la investigación, la fiscal Caamaño estableció que el vehículo en el que circulaba el imputado estaba a nombre de su padre, que Cei Byeskowna no se encontraba registrado como legítimo usuario de armas ante la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) y que existían denuncias previas contra él por violencia de género contra su ex pareja. En virtud de ello, se solicitó la detención del imputado, quien fue aprehendido el 19 de octubre pasado por personal de la Comisaría 1° de Pilar, de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.

En razón de las pruebas y testimonios recolectados durante la pesquisa, la fiscal Caamaño le solicitó al juez Cresseri que Cei Byeskowna sea sometido a juicio oral como autor del delito de amenazas con armas de fuego, en concurso ideal con homicidio agravado por haber sido perpetrado en contra de una mujer mediando violencia de género (femicidio) en grado de tentativa.

En tal sentido, la representante del Ministerio Público Fiscal consideró que “al analizar las acciones emprendidas por el imputado en los momentos previos a arrollar a la damnificada con su vehículo (agredirla y amenazarla en el boliche Antoniete, amenazarla con un arma de fuego desde su vehículo y llegar a amartillar el arma), sumado a la actitud adoptada con posterioridad a que la embistiera, me permiten concluir que la intención de Juan Cruz Cei fue la de dar muerte a su ex pareja, independientemente de si lo logró o no, o si las lesiones que le terminó produciendo no lograron poner en riesgo su vida”.

Agregó que “el crimen cometido por el encartado contra su ex pareja se perpetró con un altísimo grado de violencia y como corolario de una relación por demás conflictiva marcada por agresiones reiteradas y sistemáticas de parte del imputado contra la damnificada, quien toleraba dichas agresiones en sintonía con lo que fuera una relación marcada por la desigualdad de poder entre ambos actores”.

“El crimen cometido por el encartado contra su ex pareja se perpetró con un altísimo grado de violencia y como corolario de una relación por demás conflictiva marcada por agresiones reiteradas y sistemáticas", señaló la fiscal.

Para fundamentar su requerimiento, la fiscal Caamaño citó los parámetros establecidos desde la legislación interna mediante la Ley N°26.791, la Ley N°26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales, su decreto reglamentario N°1110/2010 y la Convención de Belem Do Pará, todo lo cual la llevó a concluir que “la situación investigada presentaba el rasgo característico propio de la violencia de género, esto es, una manifestación, una expresión del caso de la desigualdad estructural e histórica que existe entre varones y mujeres en la sociedad patriarcal, que se expresa en la relación de dominación de unos sobre otras”.

Por otra parte, y en relación a las amenazas perpetradas con el arma de fuego, para la fiscalía “resulta insoslayable que si bien la versión de la damnificada no da cuenta de que el imputado hubiera verbalizado una amenaza en su contra, lo cierto es que la potencialidad intimidatoria de las acciones narradas (apuntarla con un arma de fuego desde el vehículo y llegar a amartillar el arma), se verifican no sólo porque dichas acciones tuvieron la entidad suficiente como para modificar la conducta de la damnificada, quien en vez de ingresar al Mc Donalds optó por retirarse, sino que además dadas las circunstancias vividas esa misma noche, la posibilidad de que este fuera a intentar lesionar a la damnificada con ese arma, se representó de manera muy vívida en la mente de la damnificada”.