29 de abril de 2024
29 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
Menu
En la causa se investiga a la firma Kosiuko
Talleres clandestinos: se postergó el alegato del fiscal
El fiscal Horacio Azzolin debía exponer hoy pero finalmente lo hará el 12 de diciembre próximo. La audiencia se suspendió por motivos particulares del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°6. En la causa se juzga a once imputados por el delito de reducción a la servidumbre en talleres clandestinos de costura.

El alegato en la causa donde se investiga a once imputados por explotación laboral en talleres clandestinos de costura que tenían relación comercial con la firma Kosiuko se suspendió hoy por "motivos particulares del tribunal". Horacio Azzolin, a cargo de la Fiscalía General n° 5 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal, finalmente alegará el jueves 12 de diciembre.

El juicio comenzó en septiembre pasado y contó con el testimonio de las víctimas, algunas de las cuales fueron amenazadas por los acusados. Esto derivó en un pedido de detención para Juan Carlos Salazar Nina y de su esposa, Remedios Flores Alarcón, realizado por el fiscal, que finalmente fue concedido por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 6.

La investigación comenzó a raíz de una denuncia de la Defensoría del Pueblo, en virtud de la presentación que hizo ante ese organismo Gustavo Vera, dirigente del comedor comunitario "La Alameda". Tanto Vera como el abogado de la Defensoría declararon en el juicio y contaron detalles sobre la situación de los talleres clandestinos.

En la causa se encuentran con falta de mérito dictada por la Sala I de la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal, el creador de la marca Kosiuko, Federico Bonomi, el gerente general de la firma, Marcelo Gallardo, y Aníbal Terra, presidente de Kowseff S.A, una empresa que se encuentra a cargo de la parte comercial de Kosiuko.

Si bien se hallan en una situación intermedia -no hay mérito para procesarlos pero tampoco certeza para sobreseerlos- los empresarios están imputados, ya que Kowseff S.A tercerizaba parte de su producción en el taller perteneciente a Miyagawa S.A., responsable de uno de los lugares clandestinos de costura.

La causa

En los requerimientos de elevación los fiscales Federico Delgado y Jorge Di Lello hicieron una descripción de las condiciones en las cuales se encontraban las víctimas, la mayoría de ellos extranjeros, reclutados por los dueños de los talleres, quienes les habían prometido trabajo, vivienda, comida y sueldo. Pero cuando las víctimas llegaban al país, previa aclaración de que el viaje iba a ser descontado de su primer salario, se encontraban con una situación que no era la prometida.

Las jornadas laborales a las que eran sometidas las víctimas comenzaban a las siete de la mañana y concluían a las diez o doce de la noche. Solamente paraban de trabajar para comer y en reiteradas ocasiones se alojaban en el mismo taller, donde permanecían hacinados. De lunes a sábado no podían salir del lugar, ya que la puerta estaba cerrada con llave.