El pasado 24 de junio comenzó, ante el Tribunal Oral Criminal N°1, el debate oral donde se intenta determinar la responsabilidad de una tentativa de homicidio que involucra a una joven mujer que fue prendida fuego tras ser rociada con alcohol. En el caso, el único imputado es su marido.

Por las características del hecho, la fiscal Mónica Cuñarro, interinamente a cargo de la Fiscalía General N°1 ante los TOC de la Capital Federal, solicitó que el acusado no estuviera  presente en el momento en que la víctima hiciera su declaración, argumentando el pedido en virtud de la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, y las Reglas de Brasilia, donde se establecen estándares básicos para garantizar el acceso a la justicia a personas en condición de vulnerabilidad.

En la audiencia, la víctima relató continuas agresiones psicológicas y físicas, en las que intervino en ocasiones anteriores la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte, y describió puntualmente los hechos que se sucedieron en la mañana del 23 de julio de 2012, por el que está imputado su marido.

La mujer contó que esa mañana fue al domicilio de su esposo porque habían acordado que él la acompañaría a realizarse un análisis de sangre para confirmar un posible embarazo. Una vez allí, comenzaron a discutir.

Tras obligarla a desnudarse, su marido tomó una botella de alcohol y se la arrojó en la cabeza, mojando todo su cabello y el rostro. Luego, la condujo mediante empujones a la habitación, arrojándola sobre el colchón, donde finalmente la prendió fuego utilizando un encendedor. A consecuencia de ello, la mujer sufrió severas quemaduras en la cabeza, cuello, manos y espalda.

La víctima sostuvo que el imputado había cerrado con llave el departamento, y que mientras gateaba herida por el piso pidiendo auxilio, el hombre le arrojó un cubrecama de nylon que se le pegó al cuerpo, y le dijo que no podía llevarla a ninguna guardia médica en las condiciones en las que estaba.

Finalmente, la mujer pudo escapar de su marido, y logró ser auxiliada por una vecina que llamó al SAME. Al llegar el médico, evaluó el estado de la mujer como “alerta roja” y, tras unas curaciones, dispuso su traslado al Hospital de Quemados, donde permaneció internada quince días.

En el debate, el marido de la víctima reconoció haber quemado a su mujer, como así también haberla golpeado en otras oportunidades. Refirió que “sabe que no se le pega a las mujeres pero que esas son solo palabras porque cuando hay infidelidad, y si está la droga de por medio, la cocaína a uno le generan esas reacciones, esas cosas influyen en la mente de cada uno”.

En la investigación de los hechos, la fiscalía de Cuñarro contó con la colaboración técnica del  Programa de Políticas de Género del Ministerio Público Fiscal, que aportó fallos y resoluciones vinculadas a violencia de género, como así también el apoyo de la Oficina de Asistencia a la Víctima de la Procuración (OFAVI), a través de la cual se aseguró la participación en el juicio de la vecina que auxilió a la mujer, quien además, desde ese día, sufre amenazas de muerte por parte del imputado. 

En el juicio, la fiscalía presentará los alegatos el próximo 10 de julio.