El Juzgado Federal N° 2 de Lomas de Zamora, por pedido del fiscal federal subrogante, Adrián García Lois, elevó a juicio el caso de una ciudadana dominicana acusada de regentear un prostíbulo en Lomas de Zamora, donde se explotaría sexualmente a mujeres en condiciones de vulnerabilidad.

La causa se inició a raíz de la denuncia que hizo una víctima ante la Dirección Nacional de Articulación y Enlace con los Ministerios Públicos del Ministerio de Seguridad de la Nación, en la que informó acerca de la existencia de un prostíbulo ubicado en la calle Duhalde 32 de la localidad de Lavallol, en la provincia de Buenos Aires.

La víctima detalló que en enero de 2013 se acercó al lugar mediante un aviso clasificado publicado en el diario Clarín en el que se solicitaba “señorita para limpieza”. Al llegar, la recibió una mujer de nacionalidad dominicana pero al finalizar su primer día de trabajo, un hombre, también oriundo de ese país, la obligó a comunicarse con su familia para avisarles que no regresaría a su hogar, debido a que el trabajo sería con “cama adentro”.

A partir de ese momento, le sustrajeron su documento, su celular, la ropa que vestía y fue obligada a prostituirse junto a ocho mujeres dominicanas, una de ellas menor de edad y de las cuales había parientes colaterales, que ya se encontraban “trabajando” y viviendo en dicho local.

El 12 de febrero, la víctima logró escapar mediante la ayuda de dos clientes habituales del lugar que, a su vez, eran amigos del encargado de seguridad del prostíbulo, apodado como "Roque".

A través de las tareas de investigación, se realizó el allanamiento del lugar y de la casa lindera, que guardaría relación con el domicilio investigado. De esta manera  se pudo comprobar el funcionamiento del prostíbulo y la presencia de 8 personas de nacionalidad dominicana, una de ellas menor de edad, y dos argentinas.

Asimismo se secuestraron teléfonos celulares, tarjetas telefónicas, preservativos, dinero, agendas, y otros elementos.

De esta manera, se pudo identificar que una mujer apodada “Gabi” se desempeñaba como encargada del lugar cobrando los “pases” y las “copas”, abonándoles el 50% de lo trabajado a las víctimas, y que un hombre -de "Roque"- se encargaba de la “seguridad” del lugar.

Además, a partir de las declaraciones de las víctimas, se busca constatar si cuatro de las mujeres que estaban siendo explotadas sexualmente son hermanas y sobrinas de la acusada.

El local funcionaba las 24 horas, las comidas eran costeadas entre todas las víctimas, la limpieza estaba a cargo de ellas, se les descontaba entre 10 y 15 pesos quincenalmente para adquirir productos de limpieza y los preservativos eran provistos por ellas mismas.

Por todas estas pruebas conseguidas, García Lois solicitó al Tribunal Oral de La Plata la elevación a juicio de la causa, acusando a la mujer de regentear dicho prostíbulo, de facilitar la permanencia ilegal de extranjeras, una de ellas menor de edad, con el fin de obtener un beneficio económico tras la explotación sexual de las víctimas, de abusar de su situación de vulnerabilidad y de la retención de dos documentos nacionales de Identidad ajenos.

Con respecto a "Roque", el fiscal dictó su procesamiento por considerarlo partícipe secundario del delito de trata de personas, agravada por el abuso de una situación de vulnerabilidad.