La Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) elaboró un informe donde analiza los homicidios dolosos de mujeres, femicidios, transfemicidios y travesticidios perpetrados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre 2015 y 2019. De allí se desprende que en ese período hubo 114 víctimas de homicidio doloso con identidad femenina en la Ciudad de Buenos Aires. El 59% de esos homicidios fueron femicidios.
La UFEM, a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta, ha elaborado y publicado desde 2015 informes anuales sobre los homicidios de mujeres, femicidios, travesticidios y transfemicidios cometidos en la Ciudad de Buenos Aires. En este caso, el relevamiento abarca los cinco años en conjunto, lo cual permite profundizar el análisis sobre la violencia letal contra las mujeres cis y otras identidades femeninas, además de detallar las características de las víctimas y de quienes despliegan estos ataques.
“La observación de los hechos a través de los años es necesaria para advertir cambios, dinámicas y continuidades en las formas en las que las mujeres cis y mujeres trans/travestis son asesinadas, identificando patrones estructurales y/o aspectos críticos, indispensables para planificar las líneas de acción y estrategias de política criminal para la intervención institucional, la persecución penal, la sanción a los responsables y la reparación a las víctimas”, se sostiene en el informe.
La sistematización de los datos permite "planificar las líneas de acción y estrategias de política criminal para la intervención institucional, la persecución penal, la sanción a los responsables y la reparación a las víctimas".
Homicidios dolosos, femicidios y sus características
En los cinco años que abarca el relevamiento se contabilizaron 114 víctimas de homicidio doloso de personas con identidad femenina en la Ciudad de Buenos Aires, que parecen presentar en ese período una leve tendencia en descenso, aunque su comportamiento es fluctuante. En 2015 y 2017 se registraron los valores más elevados, con 32 y 28 hechos respectivamente. Esa tendencia –señala el informe– debe interpretarse en el marco de una merma en la cantidad total de homicidios dolosos ocurridos en los últimos años, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad.
Por otra parte, se evidenció que el 59% del total de homicidios dolosos de mujeres cis y mujeres trans/travestis en esos cinco años corresponde a femicidios (67 casos). Esa proporción mostró leves variaciones también con tendencia a la baja: en 2017 se verificó la mayor incidencia de femicidios sobre los casos totales analizados (72%), mientras que al año siguiente disminuyó su participación al 47%. A la vez, la cantidad de casos de femicidio también disminuyó en los últimos dos años relevados (2018 y 2019), con 9 casos cada año, contra un total de 21 en 2015.
Características relevadas de víctimas y victimarios
Entre los datos identificados en relación con las víctimas se indicó que tenían al momento de ser asesinadas un promedio de 43 años. Si se pone el foco en las víctimas de femicidios, eran apenas más jóvenes, con un promedio de 41 años de edad, contra los 47 años en los casos de los homicidios de mujeres en contextos no femicidas. Otra diferencia se encuentra en los rangos etarios: en los femicidios, el 75% de las víctimas tenían entre 18 y 59 años, mientras que en los homicidios dolosos de mujeres ese rango etario representó un 56%.
Cuando se analizaron los agresores, se destacó que en los casos de femicidio el nivel de identificación de quiénes habían cometido el crimen era muy superior (88%) como consecuencia del peso del ámbito doméstico, íntimo y vincular. Cuando se trata de los homicidios dolosos en contextos no femicidas, esa identificación cae al 60%.
El promedio etario de las personas de identidad femenina víctimas de homicidios dolosos es de 43 años. En los femicidios baja a 41 y en contextos no femicidas asciende a 47.
“La violencia letal contra las mujeres cis, trans y travestis es ejercida hegemónicamente por los varones en todos los contextos y tipos de hechos”, se marcó en el informe. Se detalló al respecto que sobre el total de casos, en el 90% los agresores con género identificado eran personas de identidad masculina. “Esto es evidente y lógico en los casos considerados como femicidio, en los que la autoría de al menos un varón es un requisito para su calificación como tal. Pero la primacía de los varones como agresores se verifica también en los homicidios dolosos de mujeres en contextos no femicidas, entre los que el 78% de los autores eran varones (47)”, se explicó.
Hay dentro del relevamiento un apartado específico sobre fuerzas de seguridad. Allí se señaló que seis victimarios/as estaban o habían estado vinculados/as a fuerzas armadas o de seguridad. En tres casos, cometieron femicidios. Con respecto a lo sucedido luego del ataque, un 63% se fugaron o lo intentaron. Un elemento distintivo de los femicidios –con incidencia acotada– es el suicidio o la tentativa como conducta posterior al hecho (8%), que no se observó en los homicidios en contextos no femicidas.
Contextos y vínculos
Entre las 114 víctimas y los 109 autores/as identificados/as se relevaron 114 vínculos: en el 82% existía un conocimiento previo entre víctima y el victimario/a. En el informe se remarcó, como rango distintivo de estos crímenes con víctimas femeninas, que los homicidios dolosos de mujeres (con y sin motivaciones de género) en la Ciudad en los últimos 5 años fueron cometidos mayoritariamente por personas a quienes ellas conocían y con quien tenían alguna relación previa, situación que se mantuvo año a año.
En el total de los homicidios dolosos relevados, con autor/a identificado/a, una de cada tres víctimas fue asesinada por su pareja o ex pareja. Si se suman los casos en que se verifica un vínculo familiar (17%), se confirma que la mitad de las víctimas de identidad femenina del período murieron a manos de personas de su círculo más íntimo. Entre los homicidios en contextos no femicidas hubo mayor cantidad de casos sin vínculo entre las partes (29%). Aun así, fue muy elevado el porcentaje de vínculos de vecinos y conocidos (44%). Por otra parte, el 55% de los vínculos en casos de femicidio correspondieron a parejas o ex parejas, lo que constituyó el principal tipo de relación en crímenes con motivos de género. Además, el 17% de los vínculos en femicidios era de tipo familiar, entre los que se destaca el peso de hijos que asesinaron a sus madres (6) y padres o padrastros (3).
“La violencia letal contra las mujeres cis, trans y travestis es ejercida hegemónicamente por los varones en todos los contextos y tipos de hechos”, se marcó en el informe.
Distribución territorial y espacios de comisión de los hechos
En el análisis de la distribución territorial de los casos en la Ciudad, se determinó que la mitad de los 114 homicidios se concentraron en las Comunas 1, 4 y 7. Al respecto, se señaló que, de acuerdo a otras fuentes, las mismas comunas son las que aglutinan la mayor cantidad de homicidios totales de la Ciudad, sin distinción de género. Esas comunas abarcan los barrios de Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat, Constitución (Comuna 1); La Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya (Comuna 4); y Flores y Parque Chacabuco (Comuna 7).
Cuando se analizó la forma en que fueron cometidos los homicidios, se destacó que el uso de armas de fuego adquirió mayor incidencia en barrios vulnerables de la Ciudad: de los 32 hechos con mujeres víctimas en hechos con armas de fuego en la Ciudad, el 50% ocurrió en asentamientos o barrios vulnerados. “En definitiva (…) los homicidios dolosos de víctimas femeninas –con y sin motivos de género-– se presentan en todo el territorio de CABA, aunque con diferencias, modalidades y concentraciones específicas que deben atenderse para la planificación de la intervención de las distintas agencias públicas”, explicó la UFEM.
Con respecto al lugar donde se cometieron los homicidios se corroboró que los espacios privados constituyen el principal ámbito de ocurrencia (71%). “Para las personas de identidad femenina, en todos los casos, el espacio privado ha resultado el de mayor peligrosidad para su vida en el período”, se recalcó.
Circunstancias y causales de comisión
En relación con las circunstancias en que se produjeron los homicidios dolosos de mujeres cis, mujeres trans y travestis del quinquenio, el análisis mostró que casi la mitad (47%) se cometió en el marco de despliegues de violencia intrafamiliar o de pareja. El resto se distribuyó entre homicidios en ocasión de riña o enfrentamiento entre bandas (16%), situación de robo (13%), violencia sexual (4%) y otras circunstancias.
“Para las personas de identidad femenina, en todos los casos, el espacio privado ha resultado el de mayor peligrosidad para su vida en el período”.
Entre los femicidios, el 70% se produjo en el marco de violencia intrafamiliar o de pareja. Fue la circunstancia más habitual en la que se produjeron los homicidios dolosos con motivos de género. En menor medida se advirtieron femicidios clasificados en el marco de despliegues de violencia sexual (8%), ocasión de robo (6%) y otras circunstancias. Entre los femicidios, el principal instrumento observado fue la fuerza física, a través de manos y pies utilizados para golpear, estrangular o ahorcar a las víctimas (43%). Se destaca particularmente el uso de arma blanca, presente en el 39% de los casos. Se trata mayormente de cuchillos de cocina utilizados como instrumentos de potencial letalidad presentes en los hogares, allí donde ocurren la mayor cantidad de hechos. Por otra parte, en los contextos no femicidas, crece significativamente el uso de armas de fuego (40%).
Travesticidios–Transfemicidios
Cuatro mujeres trans/travestis fueron asesinadas entre 2015 y 2019 en la Ciudad de Buenos Aires. La edad de las mujeres trans/travestis al sufrir la agresión letal fue en promedio inferior a la registrada entre las mujeres cis. En los cuatro casos, las víctimas ejercían o habían ejercido la prostitución, aunque este no sea necesariamente un elemento contextual determinante del hecho. “Las condiciones estructurales de vulnerabilidad y violencia sistemática a la que se ve sometida la mayoría de las personas trans y travestis en sus trayectorias vitales exige un abordaje particularizado de la forma en que se cometieron los travesticidios/transfemicidios en CABA en los últimos 5 años”, se puntualizó.
“La lectura de las actuaciones que integran los cuatro expedientes en que se investigaron hechos cuyas víctimas eran mujeres trans/travestis muestra situaciones diversas en relación al respeto a la identidad de género. Se advierten investigaciones donde el tratamiento cumple con lo establecido por la Ley de Identidad de Género en relación al trato digno que debe garantizarse, y otras que vulneran este derecho, con referencias a la víctima y personas allegadas que no respetan la identidad por ellas adoptada. En una causa, el tratamiento masculino dado a la víctima se verificó en todas las actuaciones policiales y judiciales obrantes en el expediente al momento del relevamiento”, remarcó el informe.