El Tribunal Oral en lo Criminal Nº22 condenó a 16 años de prisión a un hombre por el intento de femicidio de Aylín Silvera. En junio de 2014, Ariel Silvera disparó siete veces contra la joven: uno de los tiros le destrozó la vejiga. El fiscal Marcelo Martínez Burgos había solicitado 18 años de cárcel. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo 27 de abril.
La mayoría, conformada por los jueces Patricia Cusmanich y Sergio Paduczak, consideró que el hombre de 31 años era responsable de los delitos de “homicidio agravado por tratarse la víctima una persona con la que mantuvo una relación de pareja en grado de tentativa en concurso ideal con homicidio agravado por haberse cometido mediando violencia de género y cometido con un arma de fuego en grado de tentativa”. El magistrado Gabriel Nardiello consideró que se trató de una tentativa de homicidio agravado por violencia de género, previsto en el artículo 80 inciso 11 del Código Penal, comúnmente denominado como “femicidio”.
Si bien la mayoría del Tribunal declaró la inconstitucionalidad de las accesorias legales, hizo la excepción en lo que es la privación de la patria potestad durante el tiempo que dure la condena. Cabe destacar que Silvera y Aylín tienen un hijo en común. Los jueces comunicaron que la pena vencerá el 29 de marzo de 2032.
En la causa, intervienen la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) y la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC). La UFEM, a cargo de la fiscal Mariela Labozzetta, comenzó a intervenir en el caso en diciembre de 2015, a partir de la derivación efectuada por la DOVIC, cuyas profesionales acompañaban a la víctima y su familia por la presentación espontánea de la madre.
La causa
Tal como repasó el fiscal Martínez Burgos en su alegato, el 25 de junio de 2014, cerca de las 20 horas, cuando Aylín llegaba a su domicilio, el acusado la interceptó y quiso entrar a la casa. Para esa época, Silvera y la víctima ya estaban separados y el único diálogo que tenían era para arreglar cuestiones relacionadas con el hijo de ambos.
Cuando la joven intentó frenar el ingreso de su ex a la casa, el hombre sacó una pistola y le apuntó a la cabeza. “¿Otra vez?” le dijo ella, refiriéndose a una ocasión anterior donde él la había agredido con un arma de fuego. Aylín se fue hacia atrás y Silvera entró. Inmediatamente, y a menos de un metro de distancia, comenzó a dispararle en dirección a sus piernas. En un momento, la joven intentó cubrirse la cara con una silla de plástico para protegerse. Según los informes de la causa, la silla quedó dañada con la impronta de una bala.
A pesar de que Aylín ya tenía tres tiros en la pierna, Silvera continuó disparándole. Una de las balas entró por su pelvis, le destrozó la vejiga y le tocó el nervio ciático. A partir de ese momento, la víctima no sintió las piernas. Fue hasta el dormitorio y, mientras estaba ella estaba en el suelo, siguió con su ataque.
La última escena fue observada por los hermanos de la joven, que habían estado minutos antes del ataque en la puerta de la casa. “No te metas porque te tiró a vos también” le dijo el acusado al hermano. Cuando la hermana de Aylín le preguntó por qué había disparado, Silvera respondió: “por atrevida”.
Aylín estuvo internada 40 días en el Hospital Santojanni. Tuvieron que reconstruirle su vejiga y tardó un año en volver a caminar. Estuvo sin poder moverse más de 40 días; un año también con pañales; no podía bañarse; perdió su trabajo y estuvo con botón de pánico y custodia policial hasta que detuvieron a Silvera.
Aylín estuvo internada 40 días en el Hospital Santojanni. Tuvieron que reconstruirle su vejiga y tardó un año en volver a caminar.
El hombre fue detenido en marzo de 2016 en González Catán, luego del trabajo realizado por la UFEM y la Fiscalía de Instrucción N°45. En esa instancia y ante el archivo de la causa por la condición de prófugo de Silvera, se realizó una presentación conjunta ante el Juzgado de Instrucción N°26. Allí, se pidió protección para la víctima, así como también medidas de prueba para acreditar el contexto de violencia de género y localizar al agresor.
Silvera fue detenido en marzo de 2016 en González Catán, luego del trabajo realizado por la UFEM y la Fiscalía de Instrucción N°45.
Cuando realizó el pedido de 18 años de prisión, el fiscal sostuvo: “la castigó, la fusiló 'por atrevida'; le vació el cargador del arma porque Aylín se atrevió a no complacerlo, a no atenderle el teléfono, a separarse”. “Quiso doblegar a su ex, pretendía someterla a su voluntad”, resaltó Martínez Burgos.
Antes de conocerse el veredicto, Silvera dijo sus últimas palabras en el juicio. Aseguró estar “muy arrepentido y avergonzado” y le pidió perdón a la víctima, a su familia y a su hijo “por haberlo dejado sin padre”. “No tuve intención de matar a nadie y menos a la madre de mi hijo”, expresó. “Me transformaron en un monstruo y soy una persona que cometió un error, no puedo creer lo que hice esa noche”, recalcó.