El Juzgado Correccional N°3 elevó a juicio la causa por la que un hombre había sido detenido por incumplir con la prohibición de acercarse a la concubina y al hijo por una denuncia de maltrato psicológico y actitudes violentas. En la audiencia de clausura prevista en el nuevo régimen de flagrancia, el juez Gabriel Omar Ghirlanda aceptó el pedido de excarcelación que planteó la defensa, debido a que el imputado llevaba detenido un tiempo igual al mínimo de la pena.

Además, a pedido de la Fiscalia Correccional N°6, el magistrado resolvió tomar medidas intensivas de resguardo hacia la víctima y el hijo, como la entrega de un botón antipánico, la extensión de la prohibición de acercamiento, la constatación de domicilio del imputado y su caución juratoria de no tomar contacto con la denunciante por ningún medio. En la causa, intervinieron la fiscal Josefina Minatta y el fiscal auxiliar Sebastián Candela, quienes se opusieron a la liberación.

En la audiencia inicial de flagrancia, la representante del Ministerio Público había resaltado el riesgo que implica para una mujer la violación de una prohibición de acercamiento en los casos de violencia de género, demostrando el fracaso de medidas alternativas a la prisión en estos casos particulares. Por su parte, la victima había expresado que la presencia del imputado le generaba pánico y angustia por las características violentas que había tenido el episodio.

El hecho ocurrió en el barrio porteño de Caballito, cuando el hombre se hizo presente en el domicilio de sus suegros con la finalidad de ver a la mujer. El acusado -quien tenía prohibido aproximarse a la víctima por un radio de al menos doscientos metros y por el lapso de 120 días- fue detenido y  privado de su libertad por varios días.