El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe impuso este mediodía la pena de 8 años de prisión a los ex policías provinciales Juan Antonio Mulasano (65) y Omar Rubén Noce (70) por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y aplicación de tormentos a prisioneros políticos durante 1976 y 1977.

El próximo viernes 15 a las 12.30 el tribunal, compuesto por José María Escobar Cello (presidente), María Ivon Vella y Luciano Homero Lauría, dará a conocer los fundamentos de la decisión. El fiscal general Martín Suárez Faisal había requerido este lunes la condena de diez años de prisión para Mulasano y de nueve años de prisión para Noce por todos los hechos por los que ambos habían arribado a juicio oral y que comprenden un universo de 16 víctimas.

Finalmente, Mulasano fue condenado como autor de privación ilegal de la libertad, agravada por el empleo de violencias y amenazas, contra nueve víctimas, la aplicación de tormentos en uno de esos casos y la aplicación de tormentos agravados por tratarse de perseguidos políticos a otras tres personas. El ex policía fue absuelto en cuatro hechos de esta última imputación.

Noce también fue condenado en carácter de autor de la privación ilegal de la libertad, agravada por el empleo de violencias y amenazas, en perjuicio de seis víctimas y tormentos agravados por tratarse de perseguidos políticos de tres de esas víctimas. En uno de estos casos, con la disidencia de la jueza Vella, quien votó por la absolución. En tanto, el tribunal fue unánime para resolver la absolución del acusado en cuatro hechos de tormentos agravados y en uno de privación ilegítima de la libertad.

Los dos condenados integraron la Policía de la provincia de Santa Fe. Mulasano formó parte de un grupo represivo entre 1976 y 1980 que operó en la ciudad de Reconquista y que utilizó como centros clandestinos de detención la Base Aérea, la comisaría 4ta y la Guardia de Infantería Reforzada. Y Noce integró la "Guardia Rural Los Pumas" de la localidad de Santa Felicia, situada a 80 kilómetros de la capital provincial, donde fue la mano derecha del jefe de ese cuerpo, Rubén Darío Gaitán, y ocupó un lugar jerárquico en el centro clandestino de detención que funcionaba en la sede de aquella repartición, describió el fiscal en su alegato.