23 de abril de 2024
23 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Héctor Raúl “El Oso” Acuña está detenido en Ezeiza, donde cumple prisión perpetua
Confirmaron el procesamiento de un represor que amenazó con “degollar” a un juez federal
Lo resolvió la Cámara Federal de La Plata. De acuerdo a la investigación, el hecho ocurrió durante una visita del magistrado César Álvarez al Complejo Penitenciario, donde el acusado se encuentra a alojado a disposición del TOF N°1. Interviene la Unidad Fiscal Federal de Derechos Humanos de la jurisdicción.

La Cámara Federal de La Plata confirmó el procesamiento del ex agente penitenciario condenado por delitos de lesa humanidad, Héctor Raúl “El Oso” Acuña, por las amenazas de querer “degollar” y tener un “mano a mano” con el juez federal César Álvarez, durante una visita que el magistrado concretó en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza en su rol de subrogante del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de esa jurisdicción. La causa se inició con la denuncia realizada por el magistrado ante la Unidad Fiscal Federal de Derechos Humanos.

Los camaristas Julio Víctor Reboredo, Carlos Román Compaired y Roberto Agustín Lemos Arias convalidaron el procesamiento dictado por el juez de instrucción Ernesto Kreplak, que encontró a Acuña, en principio, como autor penalmente del delito de amenazas, previsto y reprimido en la primera parte del artículo 149 del Código Penal. En ese sentido, los jueces no hicieron lugar al planteo de la defensa del imputado, que sostuvo que la conducta no era una amenaza sino “una bravuconada propia de una persona en evidente situación de vulnerabilidad por su condición de detenido”, y que por ese motivo “resultaría imposible que lleve a cabo sus presuntos dichos”.

Al formular la denuncia, el juez narró que el motivo original de la visita del 12 de junio de este año era controlar el estado de salud de Miguel Osvaldo Etchecolatz -condenado junto a Acuña, entre otros, por los crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado en el centro clandestino de detención “La Cacha”-, pero que aprovechó la ocasión para mantener una entrevista con todos los detenidos de lesa humanidad allí alojados y que estuvieran a disposición del Tribunal Oral en cuestión.

Al momento de conversar con Acuña, Álvarez le recordó que se conocían del juicio de "La Cacha" donde “le había dicho algo así como ‘qué miras pelado’”, pero el represor le habría respondido que “en realidad lo que le había dicho era que ‘lo iba a degollar’”. “Ante este cuadro de situación, el doctor Álvarez atinó a solicitarle que ratificara sus dichos, y Acuña volvió a insistir en que, efectivamente, lo quería degollar, para luego proseguir diciendo que sólo respetaba a los que podían matarlo o enfrentarlo y que le proponía tener un mano a mano a modo de lucha física”, reseñaron los camaristas en su resolución.

Para la Cámara Federal, “contrariamente a lo sostenido por la defensa, no se requiere que las amenazas, para ser típicamente relevantes, deban ser ‘graves, serias y posibles’. Ello es así, en primer término, porque la ley no exige que para que se configure el delito de amenazas, la víctima efectivamente sufra una intimidación”. Asimismo, resaltaron que los protagonistas del hecho “se hallaban solos al momento del hecho investigado, sin importar si fuera del habitáculo se encontraban apostados los efectivos del Servicio Penitenciario Federal”. En esa línea, valoraron que la concreción del mal anunciado “era ciertamente posible, en cuanto el denunciante y (Acuña) se encontraban a solas en un recinto, sin que existieran obstáculos que pudieran impedir una eventual agresión física por parte del detenido”.