El fiscal general ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Córdoba, Facundo Trotta, manifestó su "expectativa" frente a lo que consideró la "ruptura del pacto de silencio", tras la declaración del militar acusado por crímenes de lesa humanidad Ernesto Guillermo Barreiro, suscripta también por otros tres acusados, sobre tres sitios en donde habrían sido ocultados restos de 19 personas desaparecidas, víctimas del terrorismo de Estado en esa provincia.
De todas formas, Trotta, que integra la fiscalía de juicio junto a Rafael Vehils Ruiz y Virginia Miguel Carmona, fue cauto. "El primer lugar ya estaba identificado y se está investigando en instrucción", dijo Trotta a Fiscales respecto de un grupo de tres hornos de cal situados en el predio de 14 mil hectáreas de la Guarnición Militar Córdoba, en el que el 21 de octubre pasado el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAFF) encontró restos humanos -aún no identificados- y actualmente realiza tareas de prospección en uno de los hornos.
Esa zona está en medio del monte y entre las sierras, en el camino que une Córdoba capital y Carlos Paz, a la altura de Malagueño, a un kilómetro de la Estancia La Ochoa, la casa de descanso utilizada entonces por el múltiplemente condenado a prisión perpetua ex jefe del III Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, situada dentro del mismo predio militar. "Respecto de los otros, los acusados no fueron tan precisos. Si bien encontramos viejos hornos derrumbados, no fueron contundentes en su localización. De todas formas, el EAAF inspeccionará", indicó el fiscal. "Dada las imprecisiones de los pocos datos aportados, se espera que los acusados brinden mayores detalles a fin de una búsqueda eficaz", añadió.
Una de esas áreas está dentro del mismo predio, también en medio del monte serrano, una zona de muy difícil acceso en donde -al igual que se hizo en la zona de los hornos actualmente investigados- habrá que desmalezar y fumigar para poder trabajar.
Se trata de unos viejos hornos de aparente construcción jesuita, próximos a los actualmente sometidos a tareas de prospección. Barreiro y sus consortes de causa, Luis Manzanelli, Hugo Herrera y Héctor Raúl Romero también indicaron otro punto camino a la localidad de Ciudad América, que posiblemente sea inspeccionado por el tribunal en los próximos días.
Tres lugares, 19 víctimas
La zona de los hornos fue inspeccionada ayer por la tarde por el Tribunal y las partes luego de que Barreiro y los otros tres acusados pidieran por la mañana ampliar su declaración indagatoria. Para eso, presentaron previamente un escrito en el que requirieron hacer sus manifestaciones sin la presencia del público y de la prensa. Barreiro encabezó la supuesta revelación, que fue suscripta por sus ex camaradas. Habló de los tres sitios y de 19 víctimas. Dio 18 nombres y dijo que ignoraba la restante. Explicó que en los hornos en los que actualmente trabaja el EAAF "podría haber restos" de 14 personas; que los restos de otros cuatro estarían en los otros hornos, y que la restante víctima, de la que no proporcionó el nombre, estaría en una zona camino a Ciudad América.
Las afirmaciones de Barreiro, recordado por los crímenes que se le imputan pero también por su alzamiento contra el gobierno constitucional y su negativa a comparecer ante el Poder Judicial en 1987, se dieron en el marco de uno de los dos juicios más grandes por crímenes de lesa humanidad de la historia argentina, que lleva dos años de audiencias orales y públicas, y en el que se juzga a 52 acusados por los crímenes de lesa humanidad que tuvieron como víctimas a casi 716 personas en el circuito represivo "La Perla" y "La Ribera".
Durante la mañana, Barreiro expresó ante el Tribunal que junto a los co-imputados Manzanelli, Herrera y Romero conformaron un “equipo de trabajo” con el cual se encuentran analizando la prueba documental incorporada a las causas y que están recurriendo a su memoria, para aportar elementos a la investigación. "Ellos habían dado algunos indicios de que iban a hablar, no expresa pero sí implícitamente. Dijeron que escuchaban todos los días a los familiares, que estaban estudiando la causa, que estaban interesados en que se conociera la verdad", indicó Trotta. Y evaluó: "Lo positivo fue que ellos declararon. Considero que fue una ruptura del 'pacto de silencio' que haya un grupo de cuatro acusados estudiando la causa, preocupados por determinar lugares donde pudo haber restos de desaparecidos. Pero hay una faz negativa, porque no fueron precisos".
Trotta aseguró: "Tengo expectativas y me sumo a la esperanza de que nos puedan dar algún dato". No obstante, indicó: "Debemos mantener la cautela teniendo en cuenta la expectativa de los familiares, quienes en cada audiencia vienen reclamando la necesidad de encontrar los cuerpos de las personas que les fueron arrebatadas. Este reclamo constituye una obligación del Estado en todos sus órganos, la cual no cesa hasta que los familiares no puedan tener los restos de sus seres queridos”.