El acto tuvo lugar en el auditorio del Archivo Nacional de la Memoria, ubicado en el predio que ocupó hasta el año 2004 la Escuela de Mecánica de la Armada.
La creación de la nueva Procuraduría especializada en los procesos por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado tiene como objetivo jerarquizar a la actual Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las causas por delitos cometidos por la última dictadura, nacida en 2007 con el objetivo de impulsar los juicios desde el Ministerio Público Fiscal.
En ese sentido, Gils Carbó remarcó que la puesta en marcha de la nueva procuraduría implica "un relanzamiento de la Unidad de Coordinación y Seguimiento de las causas por Violaciones a los Derechos Humanos", a la vez que sostuvo que “penetrar en los nichos de la impunidad es una tarea muy difícil, que no se da con el código y las leyes, se da con el cuerpo”.
"Esta es la quinta Procuraduría creada en este período -las otras cuatro están destinadas a los delitos de apropiación de niños, lavado, narcotráfico y trata- y todas se inspiraron en la Unidad Fiscal para causas de lesa humanidad, que logró mover el mapa de la impunidad", aseguró la Procuradora General.
La Unidad estaba dirigida por el propio Auat y coordinada por Pablo Parenti, quien se desempeña en la actualidad como co-titular de la la Unidad especializada para casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado, junto con Martín Niklison.
Por su parte, la jueza de Casación Ángela Ledesma sostuvo que la creación de la nueva Procuraduría "forma parte de una redefinición del Ministerio Público" a la que consideró necesaria y aseguró que debe estar acompañada de un cambio en las estructuras y procedimientos de todo el sistema de administración de justicia y en particular en el ámbito penal.
"Debemos seguir trabajando en un nuevo modelo de enjuiciamiento para modificar el sistema actual que permite encubrir los hechos más horrorosos", enfatizó.
Finalmente, Auat aseguró que el sistema de justicia tiene pendiente "hacerse cargo del dolor de la víctima".
"Resignificar la víctima es un imperativo de la memoria, porque lo peor que nos podría pasar es olvidar a las víctimas", aseguró.