El Tribunal Oral Federal N°6 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires comenzó hoy el juicio al exoficial de la Armada Adolfo Donda Tigel, acusado por su intervención en la apropiación de la hija de desaparecidos Victoria Donda Pérez, su sobrina, nacida y sustraída durante el cautiverio su madre en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura cívico militar.
En el caso también se encontraba acusado el médico Horacio Luis Pessino, quien no llegó a juicio oral por incapacidad sobreviniente, debido a problemas de salud. En representación del Ministerio Público Fiscal interviene en el proceso la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, a cargo del fiscal general Pablo Parenti, y el auxiliar fiscal Iván Polaco.
En la audiencia de inicio de juicio -realizada con modalidad presencial y virtual-, el TOF 6, integrado por Ricardo Basílico (presidente), María Gabriela López Iñiguez y Daniel Horacio Obligado, leyó los hechos narrados en los requerimientos de elevación a juicio del MPF y de las querellas, luego de lo cual dio formalmente abierto el debate y dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo lunes a las 9.30, cuando está previsto que se aborden las cuestiones preliminares que pudieran formularse.
En el requerimiento de elevación a juicio -leído en sus tramos principales en la audiencia hoy-, el fiscal de instrucción indicó que a fines de marzo de 1977, María Hilda Pérez -embarazada- y su marido José María Laureano Donda -hermano del acusado- fueron secuestrados por un grupo de tareas de la Fuerza Aérea. Añadió que, entre el 10 y el 15 de mayo de ese año, la mujer fue trasladada desde la Comisaría de Castelar -su primer lugar de cautiverio- a la ESMA. Y refirió que allí, mientras transcurría agosto de ese año, dio a luz a su hija, a quién llamó Victoria. Puntualizó que el parto fue asistido por el médico Jorge Luis Magnacco -condenado por este hecho en otro juicio- en la pieza de embarazadas de la ESMA, conocida con el nombre con la que la apodaron los represores: “Maternidad Sardá” o “la Sárda por Izquierda”, que funcionaba en el piso superior Casino de Oficiales.
La acusación refirió además que, aproximadamente quince días después del nacimiento, María Hilda fue trasladada -sacada de la ESMA- por personal de la Fuerza Aérea y que nunca más se supo de ella. Sin embrago, la niña Victoria Donda Pérez habría permanecido en la ESMA aproximadamente tres días más, luego de lo cual fue sustraída. De acuerdo con la pieza acusatoria, en connivencia con el imputado Adolfo Miguel Donda Tigel, el entonces prefecto Juan Antonio Azic se quedó con Victoria, pero le ocultó su verdadera historia bajo el velo de una falsa identidad. En efecto, la niña sustraída fue inscripta con otros nombres y el apellido de su apropiador, y como hija de este y de su esposa, Noemí Esther Abrego.
De acuerdo con la fiscalía, "testigos indicaron que el imputado estuvo en el cuarto de embarazadas y le dijo a María Hilda que la niña sería entregada a la familia. Esa circunstancia junto a otros indicios obrantes en la causa, permiten afirmar que participó de la sustracción de la menor. Por otra parte, también se encuentra acreditado (...) el vínculo de Donda Tigel con Azic, apropiador de la niña, y quien la inscribió como hija biológica".
El fiscal sostuvo que, de esta forma, Azic le impuso hasta 2004 a Victoria Donda Pérez un nombre, una fecha y lugar de nacimiento y una relación filial falsas, para ocultar su verdadera historia y la de su familia biológica, que fue descubierta recién cuando el Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand halló correspondencia entre las muestra de ADN de la víctima y de la familia que la buscaba.
El acusado Adolfo Donda Tigel (alias “Palito”, “Jerónimo”, o “Dunda”) se desempeñó durante años en el Grupo de Tareas 3.32 de la ESMA y allí actuó conjuntamente con otros miembros de la Armada en secuestros, aplicación de tormentos y en la sustracción de los bienes de las personas ilegítimamente privadas de la libertad, entre otros delitos, hechos por los cuales recibió penas de prisión perpetua en 2011 y en 2017 en las denominadas causas 1270 y ESMA Unificada, respectivamente. La primera se encuentra firme mientras que la segunda está siendo revisada por la Cámara Federal de Casación. Según detalló la fiscalía en la acusación, Donda Tigel fue un actor activo del centro clandestino de detención que funcionaba en la ESMA, por lo que concluyó que tenía conocimiento sobre cómo funcionaba toda su estructura, lo que incluye la existencia de una maternidad clandestina y el destino que se le daba a los niños y niñas que allí nacían.