El Tribunal Oral Federal de Tucumán -integrado por los jueces Juan Carlos Reynaga, de Catamarca; Hugo Norberto Cataldi, de Buenos Aires, y Marcelo Juárez Almaraz, de Salta- comenzará este viernes a tramitar el juicio contra el ex capitán Jorge Alberto DÁmico (de 66 años) por el secuestro y desaparición del conscripto Germán Cantos López.
La víctima fue secuestrada mientras cumplía el servicio militar obligatorio en el Batallón de Ingenieros de Combate 141 de Santiago del Estero, cuyo jefe era D’Amico. Ocurrió el 3 de septiembre de 1976 cuando debía salir de franco, pero fue demorado porque su cédula no estaba firmada por el militar acusado. El joven se entrevistó con el entonces capitán, quien lo secuestró ilegalmente. Luego, López fue trasladado a Tucumán, donde fue visto por última vez en el Centro Clandestino de Detención “Arsenal Miguel de Azcuénaga”, donde fue asesinado. Allí, también habrían estado detenidos de manera clandestina los primos de Germán, Anabel Cantos Sanabria y Luis Cantos Carrascosa. Los tres permanecen aún desaparecidos.
En el requerimiento de elevación a juicio, la Unidad Fiscal de Derechos Humanos encabezada por el fiscal Federal ad hoc Pablo Camuña imputó al represor por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados, asociación ilícita y homicidio calificado triplemente agravado. En el debate oral, también intervendrá el fiscal General Leopoldo Peralta Palma.
Camuña sostuvo que “aparece con mayor contundencia probatoria, cuando en ocasión de las gestiones realizadas por el padre de la víctima, en procura de obtener información sobre el paradero de su hijo, se entrevistó con el jefe del Batallón Ingenieros de Combate 141 –Correa Aldana- quien le manifestó que 'conocían los antecedentes de la participación de su hijo en grupos subversivos de estudiantes en Tucumán'”
El representante del Ministerio Público agregó que la “manifestación permite concluir que Germán Cantos era considerado por el Ejército como integrante de un grupo peligroso contra el cual las acciones militares se dirigieron directamente”. El joven conscripto era argentino, oriundo de la provincia de Santiago del Estero y tenía 21 años de edad cuando fue secuestrado. Hasta el mes de agosto de 1976, se encontraba residiendo en Buenos Aires donde trabajaba y estudiaba la carrera de Psicología.
D’Amico, quien también supervisaba en el Departamento de Informaciones Policiales D2, siempre fue cercano a Muza Aasar, junto con quien fue condenado en los dos últimos juicios por delitos de lesa humanidad que se llevaron a cabo en la provincia; y purga una condena de 20 años de prisión y otra de cuatro.
Con la vuelta de la democracia, el represor se convirtió en carapintada. Fue detenido, pero las leyes de impunidad le devolvieron la libertad con la que logró ser secretario de Seguridad del gobierno de los Juárez en Santiago del Estero.