En la audiencia, denominada “Control de Acusación” y prevista en el Código Procesal Penal Federal, el fiscal federal Eduardo Villalba expuso las pruebas reunidas a fin de llevar a juicio a René Richard Lara Hurtado por el presunto delito de transporte de estupefacientes.

La acusación sostenida por la fiscalía, en la audiencia presidida por el juez Ernesto Solá, reveló que la investigación se originó el 19 de septiembre pasado, cuando en un control de Gendarmería Nacional en la localidad de El Naranjo, en Rosario de la Frontera, se detuvo a dos mujeres que llevaban cuatro kilos de cocaína adosados en distintas partes del cuerpo.

Las mujeres viajaban junto a otro comerciante, quien fue investigado y se comprobó que no tenía relación con el transporte de la droga. No sucedió lo mismo con el conductor del utilitario en el que viajaban las mujeres.

En su alegato, Villalba señaló las pruebas que llevaron a sostener la acusación contra Lara Hurtado, entre las que resaltó el hecho de que el conductor, al momento de detenerse para el control de Gendarmería, arrojó su teléfono celular, como así una importante cantidad de dinero que llevaba en su poder.

Durante el procedimiento, Lara Hurtado había señalado que fue contratado por las dos mujeres para hacer un tour de compras desde Tucumán a Bolivia, y que desconocía que las mismas llevaban la droga secuestrada.

Otras pruebas

Por otra parte, detalló el hecho de que en el teléfono celular del acusado había conversaciones con un grupo de comerciantes informales, que tenía como fin alertar sobre la presencia de fuerzas de seguridad a lo largo de las distintas rutas, todo con el objetivo de evitar cualquier tipo de control.

Villalba, sin embargo, resaltó como la prueba más contundente la que provino de una de las mujeres que llevaban la droga, quien de manera espontánea reveló que había sido contratada por Lara Hurtado para realizar el transporte de la droga desde Bolivia a Tucumán.

A su vez, resaltó el marco en el que se dio esta revelación. “Lo hizo libremente, ante el juez de garantías, sin presiones, un escenario propiciado por la oralidad que viene de la mano del nuevo sistema acusatorio que rige en el fuero federal y, casualmente, permite este tipo de situaciones”, sostuvo.

Villalba destacó el testimonio espontáneo de una de las mujeres que llevaban la droga, quien reveló que había sido contratada por Lara Hurtado para realizar el transporte desde Bolivia a Tucumán.

Para la fiscalía, la declaración de la mujer provocó un vuelco importante en el proceso penal, pues las pruebas antes mencionadas adquirieron otro valor. “A partir de esa declaración no sólo pudimos constatar que Lara Hurtado nos mintió, sino que permite al Ministerio Público avanzar con los que operan por detrás de estas mujeres, aprovechándose de su estado de necesidad”, agregó.

Insistió en que no se trató de una situación casual o sorpresiva para Lara Hurtado, y que la declaración de la mujer dejó en evidencia la coordinación previa llevada adelante por el acusado. También señaló que, en una segunda instancia judicial, la acusada no dudó en sindicar al imputado como el autor del transporte de la droga.

La defensa, por su parte y representada por el Nicolás Escandar, defensor oficial, reclamó el sobreseimiento de su defendido. Y para ello, afirmó que la droga no era transportada en el auto que conducía Lara Hurtado, sino que iba en el cuerpo de las dos mujeres porque era de ellas.

Resaltó, asimismo, que la mujer que apuntó a su defendido como responsable hizo un acuerdo de colaboración con la fiscalía, por lo que en busca de un premio delató a Lara Hurtado, pues debía ofrecer algo para acceder al beneficio de dicho instituto legal.

Desestimado

Además de intentar restarle fuerza a la declaración de la mujer, el defensor minimizó que Lara Hurtado haya estado pendiente de los controles de las fuerzas. De esta manera, la defensa llevó adelante una valoración de las pruebas, pese a no estar permitido hacerlo en esta instancia del proceso, situación que la fiscalía-en la réplica- hizo notar al juez la esencia de la audiencia, en la cual sólo se presentan las pruebas, sin hacer una valoración de las mismas, casualmente para evitar que el magistrado incurra en ese ejercicio.

Villalba remarcó nuevamente las pruebas reunidas y la connotación de las mismas en el hecho imputado a Lara Hurtado, como así también destacó la oportunidad histórica del sistema de poder avanzar hacia el “hombre de atrás” y no quedarse con aquellos que, por su vulnerabilidad, suelen prestarse para el transporte de la droga.

Atento a los argumentos planteados por las partes, el juez resolvió desestimar el pedido de sobreseimiento de la defensa en base a la existencia de pruebas suficientes. Indicó que no se trata únicamente de la declaración incriminatoria de la mujer, sino de otros elementos más que fueron expuestos por la fiscalía.