El Tribunal Federal de Juicio de General Roca condenó a 4 años y 3 meses de prisión a un hombre que, en diciembre del año pasado, fue detenido por transportar alrededor de dos kilos de cocaína en un micro de larga distancia desde la ciudad bonaerense de Ezeiza hasta Río Colorado, provincia de Río Negro. En el debate intervino el Área de Investigación y Litigio de Casos Sencillos de la Unidad Fiscal General Roca, integrada por el fiscal federal Sebastián Gallardo y por los auxiliares fiscales Francisco Iglesia Frezzini y Greta Domina.
De esta manera, el tribunal -integrado por los jueces Alejandro Cabral, Simón Bracco y Ernesto Sebastián- consideró a Oscar Flores Solíz como autor material penalmente responsable del delito de transporte de estupefacientes. Asimismo, ordenó la destrucción de las muestras del material secuestrado y el decomiso de la totalidad del dinero incautado.
El debate se desarrolló los días 17, 18, 19 y 25 de noviembre y el 26 se realizó la audiencia de determinación de la pena. Finalmente, el 3 de diciembre se leyó el veredicto.
El caso
En el debate se acreditó que el 14 de diciembre de 2024 el imputado Flores Solíz abordó en Ezeiza un colectivo de larga distancia de la empresa Vía TAC con destino a Río Colorado, con dos mochilas, ocultando en una de ellas 1,995 kilogramos de cocaína.
Ello se pudo establecer mediante una investigación iniciada cuatro días antes, a partir de una denuncia anónima en la se reportó que un interno de la Unidad Nº5 de General Roca del Servicio Penitenciario Federal, había coordinado un envío de droga programado para el viaje de ese micro.
A partir de allí, la Dirección de Toxicomanía de la Policía de General Roca instaló un operativo en el puesto del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) ubicado en el ingreso a la localidad rionegrina de Río Colorado, provincia de Río Negro, donde el colectivo fue interceptado durante la madrugada del 15 de diciembre.
Allí, la policía realizó un control del transporte y un perro adiestrado en detectar narcóticos marcó una de las dos mochilas que le pertenecía a Flores Solíz, ubicada en el compartimiento superior de la butaca en la que viajaba el imputado. En su interior, hallaron dos paquetes con casi dos kilogramos de cocaína, envueltos en bolsas y cinta amarilla y con la marca de un delfín estampado en bajorrelieve.
El debate
En su alegato, el representante del Ministerio Público Fiscal reconstruyó la secuencia de la investigación, expuso los hechos acreditados y sostuvo que todas las declaraciones fueron concluyentes, complementarias, compatibles y coincidentes en cuanto al hallazgo del estupefaciente.
Asimismo, el fiscal también resaltó el análisis del teléfono celular secuestrado al imputado. Es que, según explicó la perito que revisó el contenido del dispositivo, dos días antes del viaje, el acusado había accedido a páginas web relacionadas con procedimientos de control de estupefacientes en rutas. Para Gallardo, esas búsquedas demostraron el interés de saber sobre el tema con el objetivo de intentar eludir eventuales inspecciones.
Gallardo también rebatió el argumento de la defensa, según el cual la policía supuestamente había actuado de manera autónoma sin poner en conocimiento al MPF. Sostuvo que ello no se condice con lo actuado, y exhibió una comunicación del 14 de diciembre -día previo al procedimiento-, en la que se detallaban las circunstancias del caso y se incluía el listado de pasajeros, lo que demostró que la fiscalía estaba al tanto de la investigación y del operativo.
Finalmente, el fiscal concluyó que la maniobra de transporte atribuida a Flores Solíz fue acreditada y que la prueba producida demostró que el imputado partió desde Ezeiza con ambas mochilas, una de ellas con el estupefaciente cuyo acondicionamiento “excedía cualquier hipótesis de consumo personal”.