En el marco de la investigación desarrollada por la titular de la Fiscalía Federal N°2 de Neuquén, María Cristina Beute, la fiscal subrogante Mariana Querejeta y el fiscal federal a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias, el 13 de mayo pasado fue detenido un hombre impuatado de comercializar cocaína y marihuana en distintos puntos de aquella ciudad, y se desbarató un laboratorio de droga que funcionaba en su departamento y el de su pareja, ubicados en un edificio de la zona céntrica.

En el procedimiento, desarrollado por la División Antidrogas “Cipolletti” de la Policía Federal Argentina, se secuestraron estupefacientes, sustancias de corte y precursores químicos como acetona y etanol, recipientes, medidores de electroconductividad -utilizados para separar sustancias- e instrumental de laboratorio. También se encontró un sofisticado vivero indoor para el cultivo de cannabis sativa y dinero en efectivo, en moneda local y extranjera.

El hombre era investigado desde agosto de 2021, en el marco de una derivación de la causa “narcopolicías”, en la que siguió los pasos de Omar “El Turco” Asef y otros cuatro efectivos de la policía provincial, acusados del comercio de estupefacientes. El ahora detenido era uno de sus proveedores y se dedicaba a producir y estirar las drogas, para luego comercializadas.

De las tareas de vigilancia desarrolladas a instancias de la fiscalía y el Juzgado Federal N°2 de Neuquén, se estableció que el hombre producía y "estiraba" la droga en el laboratorio que había montado en su departamento y el de su pareja -ubicados en el mismo edificio-. Luego, usaba como “centro de operaciones” distintos bares y restaurantes ubicados en la Avenida Olascoaga, desde donde contactaba a sus potenciales clientes, a través de las aplicaciones de mensajería WhatsApp o Telegram y coordinaba la entrega de las drogas, en algún punto de la calle. Los compradores llegaban a pie o en sus vehículos y el hombre les entregaba los estupefacientes, bajo la modalidad “pasamanos”. Luego regresaba a los bares o restaurantes y continuaba su operación.

En este contexto, los representantes del Ministerio Público Fiscal le solicitaron al juez Gustavo Villanueva, la detención del hombre y el allanamiento de su departamento y el de su pareja, lo que tuvo lugar en la noche del viernes pasado. Al momento de su aprehensión, el hombre tenía en su poder grandes cantidades de dosis de cocaína fraccionada y envoltorios de flores o cogollos también preparados para su comercialización.