19 de abril de 2024
19 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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En línea con lo que había solicitado por el titular de la Fiscalía General Nº 2 de Rosario Oscar Fernando Arrigo
Rosario: condenan a un policía a ocho años de prisión y a otras dos personas a seis años de prisión por comercio de estupefacientes
El rol del funcionario era brindar protección a la organización y proveerla de la droga. En el juicio quedó demostrado que, de forma organizada, los condenados comercializaban marihuana y cocaína en domicilios de Villa Gobernador Gálvez.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario, integrado por Ricardo Moisés Vásquez –en carácter de Presidente-, Otmar Pauluci y Eugenio Martínez Ferrero, condenó a tres personas por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización en forma organizada.

Carlos Alberto Morgan recibió la pena de ocho años de prisión en carácter de coautor penalmente responsable de ese delito agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo y por la calidad de funcionario de la policía de la provincia de Santa Fe. Además, se le impuso una multa de cuatro mil pesos y se le ordenó la inhabilitación absoluta por igual tiempo al de la condena.

Por su parte, María Soledad Rechia y Victor Antonio Ruiz Diaz fueron condenados a seis años de prisión al hallarlos coautores penalmente responsables del mismo delito agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo. Ambos, deberán abonar una multa de 338 pesos y se les ordenó la inhabilitación absoluta por igual tiempo al de la condena.

Finalmente, los jueces también ordenaron el decomiso de 4365 pesos y de la totalidad de los teléfonos móviles que fueron incautados en los procedimientos realizados en la causa.

En el juicio, que comenzó el 10 de mayo, participó la Fiscalía General Nº 2 ante los tribunales orales federales de esa ciudad, a cargo de Oscar Fernando Arrigo. El 14 de junio se conocerán los fundamentos.

Inicio de la causa

La investigación se inició en octubre de 2015 en la Fiscalía Federal N° 2 de Rosario, a cargo del fiscal Claudio Kishimoto, a raíz de la remisión de actuaciones por parte de la fiscal Viviana O'Connell del Ministerio Público de la Acusación, que daban cuenta que dentro de una investigación por delitos de competencia ordinaria se detectaron conductas en infracción a la Ley de tenencia y tráfico de estupefacientes.

Como consecuencia del análisis de intervenciones telefónicas, se pudo establecer que Carlos Alberto Morgan, quien a la fecha se encontraba prestando funciones en la Sub Comisaría 26 de Villa Gobernador Gálvez como personal policial, notificaba a distintas líneas telefónicas la presencia de personal policial por la zona donde brindaba protección, identificando generalmente a los miembros de la fuerza de seguridad como “bichos”.

De esta manera también se encontraron evidencias de que Mariela Soledad Rechia y Victor Ruiz Diaz se dedicaban a la venta de material estupefaciente mientras que Morgan les brindaba protección y proveía o abastecía la droga en determinadas ocasiones.

En su alegato, el fiscal Arrigo aseguró que a lo largo de la investigación se pudieron identificar numerosas comunicaciones que permiten identificar a Morgan cumpliendo un rol clave en la organización criminal. En tal sentido, indicó que el funcioanario policial brindaba protección y aprovisionaba de material estupefaciente a distintas personas, entre ellos a Rechia y Ruíz Díaz.

El fiscal expuso que en la gran cantidad de llamadas entre Rechia y Morgan, en las que la mujer lo llamaba con los apodos “Negro” y “Negrito”, en varias ocasiones le pedía “fiados” o “mercadería”, a lo cual el policía le prometía que le podía conseguir.

El fiscal detalló en su alegato que Rechia le contaba a Morgan que tenía buena y mala mercadería, que a veces el “verde es muy feo, duro, que ni se puede fumar”, y que el policía le aconsejaba que “la mezcle”.

“El rol de Carlos Alberto Morgan en la organización era claro, ya que era el encargado de conseguir la mercadería en algunas ocasiones, como asimismo era quien oficiaba de custodio y como tal brindaba información dado su profesión de policía, comunicándose constantemente con los otros imputados”, aseguró el representante del MPF.