El titular de la Fiscalía Federal de Primera Instancia de San Ramón de la Nueva Orán, José Luis Bruno, le solicitó al responsable del Juzgado Federal de dicha jurisdicción, Jorge Montoya, la elevación a juicio de la investigación seguida contra un hombre en orden al delito de transporte de estupefacientes, luego de que fuera detenido por personal de Gendarmería Nacional en un control de rutina en la localidad salteña de Aguaray, cuando trasladaba más de 50 kilogramos de cocaína ocultos en el tapizado del techo del vehículo que conducía.

En la tarde del 28 de marzo pasado personal del Escuadrón 54 “Aguaray” de la Gendarmería Nacional realizaba un control de prevención sobre el kilómetro 1466 de la Ruta Nacional N°34, a la altura de la localidad de Aguaray, en el departamento salteño de San Martín, cuando llegó el imputado proveniente desde Salvador Mazza con destino a la ciudad de Salta, a bordo de una camioneta Renault Kangoo.

Tras revisar la documentación del vehículo –que no estaba a nombre del conductor- los gendarmes advirtieron que en el sector del techo trasero, al abrir el portón de la camioneta, había pintura fresca, de un tono más claro que el original, lo que el acusado adjudicó a un choque reciente. Asimismo, al notar anomalías en la parte del tapizado interno del techo, se trasladó la camioneta y a su conductor al Paso Internacional “Salvador Mazza-Pocitos” donde, al ser escaneado en la Aduana, se advirtió la presencia de imágenes rectangulares en la zona del techo.

Ante esto, el hombre, la camioneta y los testigos, fueron llevados a la Sección “Control Ruta 34” del Escuadrón 54, donde se extrajeron 50 paquetes rectangulares envueltos en cinta de distintos colores e impregnados en grasa los cuales, al ser analizados, dieron positivo para clorhidrato de cocaína, con un pesaje total de 50,139 kilogramos, en una concentración de entre el 19.07% y el 59.66% de pureza. Además, se le incautó dinero argentino, boliviano y un teléfono celular.

Pedido de juicio oral

En base a las pruebas colectadas, el fiscal Bruno consideró que el imputado debía ser sometido a juicio oral y público en orden al delito transporte de estupefacientes. En tal sentido señaló que “cabe merituar la manera en que transportaba la sustancia estupefaciente oculta en el techo del vehículo que conducía y debidamente acondicionada en paquetes rectangulares envueltos en cinta adhesiva e impregnados en grasa, para colegir que no sólo conocía la naturaleza de la sustancia que trasladaba sino que quiso realizar la acción que desplegó, quedando acreditada su participación culpable en el hecho”.

También, el representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo que se lo imputa por transporte de estupefacientes “atento a que, el concepto de transporte es muy amplio desde que cubre la traslación de la droga desde fuera del país, desde nuestro país a otro, dentro de nuestro país y aún dentro de una misma provincia, ciudad o localidad. Como consecuencia de la ilegalidad existen numerosos controles fijos, móviles, que el enviado debe sortear para llegar a su destino. Por ello, no es infrecuente que la tarea de transporte se divida, para que una persona introduzca al país la mercadería, otra atraviese dos o más provincias y la otra sea la que concrete la entrega. Pues bien, cada uno de esos momentos agota la acción típica, porque el autor va trasladando el tóxico, desplazándolo, poniendo en peligro el bien jurídico tutelado”.