El Tribunal Oral Federal de Tucumán, integrado por Gabriel Eduardo Casas, Carlos Enrique Jiménez Montilla y Abelardo Basbús, condenó hoy a once años y seis meses de prisión a Rubén Alejandro Astorga por considerarlo responsable del delito de organizador de comercio de estupefacientes. También ordenó el decomiso de 17 vehículos, un inmueble y la destrucción del remanente de material estupefaciente. La sentencia fue en línea con lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal.
Por otra parte, los jueces dispusieron que Luis Fabián Vega y Roberto Peña sean condenados a diez años; Ángel Augusto Monteros a nueve años; Marcelo Daniel Salguero y Juan Manuel Carofile a siete años; Víctor Darío Astorga, Laura Liliana Gutiérrez y Rubén Darío Astorga a seis años y seis meses; Josefa Cobo a seis años; Enrique Bepre a tres años y seis meses y Lucas Rivadaneira a tres años.
El fiscal general subrogante Pablo Camuña, a cargo de la Fiscalía General ante el TOF de Tucumán, había solicitado que se condene al integrante de la organización a catorce años de prisión y al resto de los acusados a penas de entre doce y cuatro años. La Fiscalía tuvo por acreditado que “la organización transportaba, tenía, estiraba, compraba y vendía estupefacientes como principal actividad”, así como aceitaba otras actividades a partir de los ingresos obtenidos con esa actividad ilícita.
La acusación principal fue la existencia de una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes. El MPF alegó sobre tres hechos puntuales: la existencia de una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes, el transporte y la tenencia de material estupefaciente con fines de comercialización. En todos los casos, la conducta responde a figuras típicas de la ley 23737 agravadas por haber sido desarrolladas por 3 o más personas de manera organizada.
Se trata de una organización narocriminal de “escala intermedia" que operó al menos entre abril de 2015 a noviembre de 2016. Para el MPF no se trata de una banda dedica a la venta al menudeo, ni de una organización que exporte toneladas de material a otro continente, sino de una empresa ubicada en un punto medio. Los imputados tenían negocios de escala interprovincial a partir de compras con proveedores de la región del Litoral y del Norte argentino en cantidades propias de un mayorista, tanto de cocaína como de marihuana, las que vendían no en dosis para consumo sino en escala de kilos. Producto de los allanamientos, durante la etapa de instrucción, se secuestraron 93,71 kg de marihuana, 11,55 kg de cocaína, 15 kg de sustancias varias para estiramiento. 6 armas y alrededor de $725.000 pesos y 1.500 dólares.
Los condenados ocuparon distintos roles dentro de la organización. En la cúspide Rubén Alejandro Astorga ejerció la jefatura de la parte principal del grupo, mientras otra parte de la estructura era coordinada por Luis Fabián Vega. Asimismo, Astorga, coordinaba sus actividades a través de su mano derecha, Ángel Augusto Monteros, quien entre otras cuestiones, tenía a su cargo articular y aceitar las relaciones entre todo el grupo -la entrega de material estupefaciente y la cobranza-, y en particular también se encargaba de articular con Luis Fabián Vega.