El Juzgado Federal de Villa Mercedes dictó el procesamiento con prisión preventiva para 19 personas acusadas de integrar dos organizaciones narcocriminales que, según una investigación del MPF, durante más de seis meses se dedicaron al transporte de cargamentos de cocaína desde el AMBA, donde eran adquiridos a proveedores de origen peruano, hasta la provincia de San Luis, donde eran distribuidos en las ciudades de Merlo y Villa Mercedes, a través de una red de revendedores.
La resolución fue dictada el 13 de junio por el juez federal Juan Carlos Nacul y recayó sobre once acusados hombres y ocho mujeres. Los tres principales imputados quedaron procesados como presuntos organizadores del delito de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en la modalidad de comercialización agravada por haber intervenido en los hechos tres o más personas organizadas para cometerlos. Los restantes 16, por el mismo delito pero en calidad de coautores. Para cada uno, el magistrado dispuso un embargo de 52 millones de pesos o la inhibición general de bienes, en caso de que alguno no posea ninguno.
La investigación, realizada por el titular de la Sede Fiscal Descentralizada Villa Mercedes, Danilo Miocevic, y por la auxiliar fiscal Florencia Compaired, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), a cargo de Diego Iglesias, permitió develar el funcionamiento de ambas organizaciones, entre diciembre de 2023 y junio de 2024.
La primera banda compraba el estupefaciente en el AMBA y lo trasladaba a través de la Ruta Nacional N°7 hasta la Villa de Merlo, San Luis, donde distribuía una parte del cargamento entre revendedores de la localidad. Para ello, uno de sus líderes utilizó su cargo en la Delegación San Luis del Sindicato Obrero de Frigoríficos Empleados de Carne y Afines (S.O.F.E.C.A.) como pantalla para evitar controles policiales sobre la ruta.
Luego, el resto de la droga era trasladada hasta Villa Mercedes, donde era recibido por la segunda organización, un clan familiar dirigido por un hombre apodado “El Gaucho”, que administraba una compleja red de puntos de venta en la zona norte de la ciudad puntana. Según la pesquisa, este imputado utilizaba eventos de jineteadas como pantalla para justificar su ostensible situación patrimonial, presentándose como un empresario dedicado al rubro de los caballos.
Para descubrir a estas organizaciones, el Ministerio Público Fiscal conformó un Equipo Conjunto de Investigación compuesto por personal de la Unidad de Procedimientos Judiciales (UNIPROJUD) Buenos Aires de la Gendarmería Nacional, y de la División Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de la provincia de San Luis, quienes desarrollaron tareas investigativas paralelamente en dicha provincia y en Buenos Aires. Sumado a ellos, otra parte de la investigación fue realizada por la División Unidad Operativa Federal (DUOF) Villa Mercedes de la Policía Federal Argentina (PFA).
A partir de los chats descubiertos en el análisis de las comunicaciones, se determinó que una de las organizaciones vendía cada gramo de cocaína a 7.000 pesos. Foto: Sede Fiscal Descentralizada Villa Mercedes
Cinco “novillos” por semana y “7 lucas el g”
De acuerdo a las comunicaciones entre los distintos investigados y otros elementos de prueba recolectados, se pudo establecer que la operatoria consistía en el traslado de entre cuatro y cinco kilogramos semanales de cocaína.
En los chats y mensajes de audio analizados por la fiscalía, se pudo descubrir que los narcocriminales le decían “novillo” a cada kilo de cocaína que transportaban, como en el siguiente diálogo transcripto por el juez en la resolución: “Hermano, che te hago una consulta. ¿El Gaucho te pagó los 5 novillos, 3 novillos, 2 novillos, ningún novillo? ¿Los novillos que le descargaste, cuánto te pagó?”.
A partir de otro de los diálogos, en el que el líder de una de las bandas da la instrucción de vender a “7 lucas el g” (7.000 pesos el gramo de cocaína), la fiscalía hizo una proyección en la que la organización habría obtenido por la venta de cada kilo un total de 7 millones de pesos. Siguiendo esta estimación, ese monto, multiplicado por los cinco kilos semanales, da una ganancia semanal de 35 millones de pesos, cifra que por mes se transforma en 140 millones y proyectada a los seis meses en que se evidenció esta mecánica, nos permite estimar un flujo total aproximado de 840 millones de pesos equivalentes a 120 kilogramos.
Respecto a la primera organización, fue posible establecer que realizaba encuentros en otras localidades como Laboulaye (Córdoba), Rufino (Santa Fe) o Junín (Buenos Aires), con entregas de droga a consignación y cobros por ventas anteriores. Además, utilizaban testaferros para mover dinero y cuentas bancarias.
En tanto, la segunda banda usaba múltiples domicilios como kioscos de venta al menudeo y recaudaba dinero en efectivo y vía transferencias a través de billeteras virtuales. Entre los dispositivos y teléfonos celulares incautados se hallaron decenas de miles de registros compuestos por imágenes, audios, contactos de mensajería y chats clave con detalle del negocio. Incluso se registraron operaciones fallidas, como un envío de cocaína de mala calidad en mayo de 2024 que generó reclamos de clientes porque “no pegó nada”.
Los allanamientos
El 21 de mayo de 2025 se realizaron 27 allanamientos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el partido bonaerense de Escobar y en las localidades puntanas de Villa Mercedes y Merlo, que derivaron en la incautación de material estupefaciente, vehículos, armas de fuego, y la detención de los investigados actualmente procesados.