El procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, y los titulares de la Secretaría de Análisis Integral del Terrorismo (SAIT), Armando Antao Cortez y Juan Manuel Olima Espel, recibieron hoy al jefe de la División Prevención del Terrorismo de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), Roberto Arbitrio, a su delegación y a representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, con los objetivos de afianzar la relación de trabajo y de avanzar en la promoción en América Latina de una plataforma estratégica contra el terrorismo, con la cual el organismo internacional viene trabajando con países de África y Medio Oriente.

La reunión tuvo como objetivo profundizar los lazos existentes entre el Ministerio Público Fiscal y la UNODC mediante trabajos conjuntos, en especial el desarrollo de investigaciones acerca de los vínculos entre el crimen organizado y el terrorismo, y el intercambio de experiencias de buenas prácticas.

La reunión con los funcionarios y funcionarias de la UNOCD y de la Cancillería se llevó a cabo en la Procuración General de la Nación. Foto: D. Salotto.

La UNODC considera a la República Argentina como un actor fundamental en la lucha contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. El funcionario de las Naciones Unidas fue acompañado por el director de Seguridad Humana e Innovación Tecnológica de la Cancillería argentina, Gustavo Taboada, y Ayenien Medela, quien trabaja en esa misma oficina. En este contexto, ambas partes acordaron trabajar en un documento en conjunto para promocionar en América Latina una plataforma estratégica desarrollada por UNODC para el oeste de África, el Sahel y Medio Oriente. Esa iniciativa tiene como objeto contrarrestar al terrorismo y su financiamiento, y busca concientizar a la región acerca de los riesgos internacionales que significa este flagelo, establecer las tendencias en la materia y desarrollar las herramientas legales para combatirlo con mayor eficacia.

Durante la reunión se hizo foco en la cooperación internacional como el instrumento con mayor poder para derribar a las organizaciones criminales y, en tal sentido, se analizó la posibilidad de que la experiencia argentina sea transmitida a los países del oeste de África