Esta mañana, en el Palacio San Martín del Ministerio de Relaciones Exteriores, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, dio inicio al plenario de la XVII Reunión Especializada de Ministerios Públicos del Mercosur. La titular del MPF argentino comenzó agradeciendo la presencia de los magistrados y magistradas que la acompañaron. Así, destacó la presencia del procurador general de Brasil, Rodrigo Janot; del fiscal general del Estado de Paraguay, Javier Díaz Verón; del fiscal de Corte y procurador general de Uruguay, Jorge Díaz Almeida; de la fiscal general de la República Bolivariana de Venezuela, Luisa Ortega Díaz; del fiscal general del Estado Plurinacional de Bolivia (en proceso de adhesión al Mercosur), Ramiro Guerrero Peñaranda; del fiscal nacional de Chile (asociado), Sabas Chahuán Sarrás, y del fiscal general del Estado de Ecuador (asociado), Galo Chiriboga Zambrano.
Luego, indicó que el “espacio interreregional que nos permite crear pautas comunes para una más eficiente persecución penal”. En este sentido, señaló que “se suele caracterizar a la globalización como una transferencia del poder de los Estados al mercado”, lo que ha creado el surgimiento de “poderes globales con una gran influencia”, pasando a ser el poder más relevante de nuestro tiempo un elemento “fuera del alcance las instituciones políticas existentes”.
Junto con esto, “se han propagado como efectos negativos en la globalización el tráfico de drogas, armas, trata de personas, entre otros delitos sin fronteras, que nos invocan a buscar herramientas conjuntas para enfrentarlos”, agregó la procuradora general. De esta manera, explicó que era una necesidad “contraponer a estas fuerzas hostiles un correlato de globalización positiva, en nuestro caso de regionalización”. Fue así que resaltó la importancia del Mercosur, y, en el caso de los Ministerios Públicos, la necesidad de elaborar herramientas para combatir esos delitos.
A continuación, comentó que durante los días anteriores, en el marco de las reuniones preparatorias, se habían celebrado distintos grupos de trabajo vinculados a lesa humanidad, crimen organizado transnacional, violencia de género, trata de personas, la protección de los derechos humanos de las personas en situación de encierro y en los operativos policiales, con el fin de proponer la erradicación de la torturaba, y narcocriminalidad. Gils Carbó resaltó que parte de esos temas habían sido tratados por las titulares de las procuradurías especializadas del Ministerio Público argentino.
A partir de la mención de las procuradurías, la titular del MPF destacó que su diseño había sido posible gracias a los modelos de gestiones que pudo conocer en las distintas reuniones y visitas realizadas a los Ministerios Públicos de los países de la región. Fue eso “lo que me permitió darle un nuevo impulso al Ministerio Público argentino en lo relacionado a crear nuevas instrumentos de persecución penal, como las procuradurías, unidades de apoyo y el fiscal coordinador de distrito, que han posibilitado, con las herramientas legales que disponemos, un intento de salir de la organización refleja con el poder judicial”.
Recordó también al Programa de Género, a la Dirección de Orientación, Acompañamiento y Protección a Víctimas (DOVIC), y los ATAJOS, agencias territoriales de acceso a la justicia. Sobre este último programa, remarcó el haber colocado a oficinas del MPF en las principales villas de Buenos Aires para recibir denuncias: “Las agencias están en el territorio con la función esencial de dar justicia a las personas que habitan en esos lugares, que estaban marginadas del poder judicial, salvo cuando eran perseguidos”.
En definitiva, señaló que todas esas estructuras se han pensado a partir de las reuniones regionales con los Ministerios Públicos, y que han servido para realzar la imagen del MPF argentino en la sociedad, “algo que hizo que ayer se le diera media sanción en el congreso al proyecto del código procesal penal acusatorio”. Este comentario mereció un aplauso de todos los magistrados y funcionarios presentes en la reunión. A la vez, Gils Carbó manifestó su apoyo a Uruguay, que se encuentra en un proceso legislativo similar al nuestro.
Intervenciones
Al término de la exposición de la procuradora general argentina, hicieron uso de la palabra sus colegas, quienes agradecieron la hospitalidad y elogiaron la organización de las jornadas. Además, coincidieron en lo fructífero de las reuniones preparatorias realizadas el martes y miércoles y la camaradería desplegada. En particular, el procurador general uruguayo, Díaz Almeida, destacó “la importancia política” que significa “contar por primera vez con la presencia de todos los fiscales generales de los países miembro”, a la vez que recalcó la amplitud y profundidad de los temas tratados. La fiscal general de Venezuela, Ortega Díaz, instó a buscar la eficiencia de los ministerios públicos y a “lograr la consolidación de nuestras instituciones y la justicia”.
Por su parte, el procurador general brasileño, Rodrigo Janot, señaló que la interlocución permanente es de extrema relevancia para el combate específico de la criminalidad trasnacional, sobre la que hizo un repaso a partir de las cuestiones trabajadas en esta edición de la reunión especializada. “Estamos más que contentos por reencontrarnos, nos sale del alma”, dijo el fiscal general del Estado de Paraguay, Javier Díaz Verón, en tanto que su par boliviano, Ramiro Guerrero Peñaranda, expresó que escenarios como el de la reunión “son de vital importancia porque vivimos una etapa de transición y crecimiento, para darles identidad propia a los ministerios públicos”.
El fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga Zambrano, señaló como “muy importante los hechos y agendas que nos unen. Un ideal común en la región”. Finalmente, Sabas Chauán Sarrás, fiscal nacional de Chile, manifestó su “plena disposición a la capacitación y cooperación mutua”.