La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, inauguró ayer por la tarde una de las Mesas de Orientación e Información de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a la Víctima (DOVIC) en la sede del Ministerio Público de Paraguay 1536. Estos centros de atención tienen como objetivo acompañar y brindar información a los ciudadanos que llegan a los edificios del MPF y oficiar como enlace con los gestores de las fiscalías, los funcionarios y los fiscales. Los otros puestos comenzarán a funcionar en Lavalle 1171, Tucumán 966 y próximamente en el de Comodoro Py 2002.

Gils Carbó destacó en su discurso el “cambio de paradigma en materia de atención a la víctima” que se puso en marcha con la creación de la DOVIC el año pasado y la capacitación de gestores que realizaron las fiscalías, tarea que permitió abrir “una red que hace realidad lo que buscamos desde el principio: un mayor acceso a la justicia y una mayor centralidad de la víctima en el proceso, pasos que estamos dando dentro de nuestras posibilidades pero que requieren la implementación del sistema acusatorio para que se hagan realidad”.

Estuvieron presentes la titular de la DOVIC, Malena Derdoy; la coordinadora general, Valeria Torcetta, y la integrante de ese equipo Florencia Duran; la secretaria ejecutiva María Teresa Bravo, los coordinadores de los programas especiales Andrea Bonardo (Género), María Ana Martínez (Niñez), Malena Nisman (Trata de personas) y Raúl Salinas (Violencia institucional) y todos los operadores de la Dirección General.

Además, participaron los fiscales Santiago Vismara, Martín Mainairdi, Cinthia Oberlander, Andrés Madrea, Horacio Azzolin, Julio Argentino Roca y Fernando Fiszer; los y las gestores y gestoras de cada una de las fiscalías de esa sede del MPF y otros integrantes de los equipos de los magistrados; el titular de la Secretaría General de Coordinación Institucional de la PGN, Lisandro Pellegrini, y la secretaria letrada a cargo de la Secretaría Disciplinaria, Técnica y de Recursos Humanos, Johanna Cristallo.

La coordinadora general de la DOVIC, Valeria Torcetta, ofreció detalles sobre el origen del proyecto: “Cuando iniciamos el proyecto, se determinó que había dos instancias de asistencia: por un lado, un acompañamiento sostenido para el que se formaron programas especiales como el de Trata, el de Género, el de Violencia Policial y el de Niñez, que abarcaban un universo de víctimas al que el Ministerio Público debía garantizar el derecho a la información. Para eso, se pensó en una gran red integrada por gestores que se desempeñan en cada una de las fiscalías, designados por el fiscal y que suman a sus tareas cotidianas ser la cara de las víctimas dentro de las fiscalías”. Esta gran red, que se extiende a 120 gestores en fiscalías de todo el país, se complementa con la segunda instancia de acompañamiento: la instalación de las mesas de orientación e información general que tienen como objetivo acercar el MPF a las personas y a las víctimas.

“A partir de hoy, cuando una persona ingrese a un edificio de tribunales, además del desconocimiento y el temor lógico que esta situación le genera va a poder encontrar a un gestor que la oriente acerca de qué es una declaración testimonial, por qué la citaron y la acompañe a la sede de la fiscalía”, agregó Torcetta. Así, los asistentes pueden articular con la DOVIC y con los gestores de las fiscalías para que las víctimas tengan un tránsito más ameno en las sedes. También, pueden identificar casos que requieren una derivación a alguno de los programas más específicos de la DOVIC y estar alertados acerca de las necesidades de una víctima que ingresa, de modo que se la acompañe al lugar donde va a declarar y pueda acceder a la información que necesita.

La procuradora cerró el acto con un agradecimiento especial a los gestores y a las fiscalías que cedieron su personal y su tiempo para trasladar la actividad de sus despachos a las mesas en las plantas bajas de los edificios: “La presencia de los fiscales, los funcionarios y los gestores expresa las ganas de trabajar cada día por un Ministerio Público más cercano a la gente, de cara a la ciudadanía. Un Ministerio Público que articula protecciones, ayudas y apoyos y que crea redes de contención que generan algo que va más allá de la letra del Código, que atienden al conflicto humano, social o familiar que hay detrás de una víctima de un delito”.