La titular del Programa de Políticas de Género, Romina Pzellinsky participó de la reunión sobre la situación legal de la figura de femicidio en los países del Mercosur y asociados en el marco de la XVII Reunión Especializada de Ministerios Públicos del Mercosur que se realiza en Buenos Aires. Las representantes de la República Bolivariana de Venezuela, Rocío Gasperi y Patricia Parra, señalaron que su país acaba de aprobar la reforma de la ley que rige de violencia contra las mujeres. “Participaron muchas organizaciones sociales y se hicieron consultas a todas las instituciones del Estado”, aseguró Parra. “La violencia contra la mujer es el último eslabón de una cadena de violencia estructural dentro de una sociedad patriarcal”, agregó la integrante de la delegación.

Gasperi detalló que en su país se crearon fiscalías especializadas en cuestiones de género y que, dentro de los 19 tipos de violencia contra la mujer que existen, se sumó al femicidio que contempla “penas de entre 20 y 30 años de prisión” y la de inducción o ayuda al suicidio, que establece las consecuencias psicológicas en las víctimas, que prevé condenas de entre tres y cinco año.

Por su parte, Pzellinsky detalló la tarea que realiza el Programa de Políticas de Género de la Procuración General de la Nación, sobre todo en brindar colaboración y asistencia a fiscales que llevan adelante causas por violencia de género. Además, se refirió al concepto de femicidio, definido como el homicidio de una mujer por su condición de género.

“En 2007, comenzaron a sancionarse leyes sobre femicidio en América Latina y en diciembre de 2012, Argentina incorporó en el Código Penal dentro del homicidio agravado por el vínculo las relaciones de hecho, presentes o pasadas, mediare o no convivencia, aseguró la representante del Ministerio Público Fiscal argentino.

Agregó que se dispuso también la incorporación del género, la orientación sexual, la identidad de género y su expresión dentro de los crímenes de odio. Asimismo se incorporó la figura típica de femicidio que es es el homicidio de un hombre contra una mujer en un contexto de violencia de género así como también el llamado “femicidio vincular”, que son los homicidios que se cometen para provocar sufrimiento a una mujer, como cuando se mata a los hijos de ella o de la pareja.

Pzellinsky destacó que el gran “desafío” en Argentina es cómo aplicar esta figura en el ámbito de la jurisprudencia. “Hay que comenzar a deconstruir que sólo hay violencia de género en el ámbito de las parejas.  Es un fenómeno que nos atraviesa en todo el mundo”, indicó.

Para finalizar, presentó el resultado del proyecto de capacitación y sensibilización en materia de perspectiva de género, trata de personas y explotación sexual cuyo objetivo específico es formar replicadores en el ámbito del Mercosur  y que pone de manifiesto el compromiso de los Estados parte y asociados en profundizar su accionar para prevenir estos delitos y promover la igualdad en las prácticas cotidianas.