El Ministerio Público Fiscal organizó junto con la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal de la Nación (AFFUN) y el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) dos talleres de trabajo y coordinación a partir de la incorporación de los dispositivos electrónicos de inmovilización momentánea (DEIM) -conocidos por su denominación comercial como “TASER”- a la realidad judicial.

Las capacitaciones se llevaron a cabo el 12 y 19 de diciembre pasados en la sede de AFFUN y de la Procuración General de la Nación, respectivamente, y contaron con la participación de funcionarias y funcionarios, magistradas y magistrados del MPF. La presentación de los talleres estuvo a cargo del secretario académico del Instituto Universitario de Seguridad y del ISSP de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Martín Nessi.

El comisario mayor Claudio Peralta, el inspector Facundo Santucho y el comisario a cargo de la división Balística de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, Javier Abeldini, brindaron su experiencia sobre la reciente provisión como arma de baja letalidad de las pistolas TASER al personal policial - quienes fueron capacitados previamente por los instructores certificados del Instituto Superior de Seguridad Pública-  y cómo se guardan y preservan las evidencias de su uso.

El objetivo de estos talleres consistió en explicar a los operadores judiciales acerca de las cuestiones técnicas de operatividad de los dispositivos electrónicos de inmovilización momentánea y además advertir sobre los aspectos referidos al registro, guarda, preservación, inalterabilidad, trazabilidad y disponibilidad de la evidencia digital generada a partir de su uso para que puedan ponerla a disposición de las autoridades judiciales que así lo requieran.

Respecto a su funcionamiento, Abeldini explicó que las TASER son armas electrónicas que interfieren en el sistema neuromuscular de las personas que reciben la descarga, reduciendo la capacidad de realizar movimientos voluntarios. Además, destacó que su uso no está diseñado para reemplazar las armas de fuego sino que funcionan como un elemento intermedio de disuasión. Estos dispositivos permiten inmovilizar y contener a personas violentas o en estado de desequilibrio, en situaciones donde no se puede utilizar otro recurso en lugares donde hubiera mucha circulación de gente.

El comisario también detalló que los dispositivos son utilizados en conjunto con cámaras corporales que registran su uso con audio y video, y cuentan con una memoria interna, que almacena información detallada respecto a su utilización.