“La búsqueda de personas por parte del Estado debe enmarcarse en los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, en particular el deber de investigar adecuadamente las desapariciones de personas y determinar si éstas han sido víctimas de algún delito contra la vida, la integridad física, la integridad sexual o la libertad”. De esta manera, la cotitular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Alejandra Mángano, abrió días atrás el curso “Búsqueda e identificación de personas” orientado a magistrados, funcionarios y empleados de la PGN. La actividad es organizada por la Dirección General de Capacitación y Escuela del MPF.

En la primera de las cuatro clases programadas, además de Mángano, participaron Marcos Parera y Agustina D´Angelo, integrantes de Protex, quienes expusieron sobre las técnicas de investigación para este tipo de casos.

El objetivo del ciclo es brindar a los asistentes las herramientas básicas que les permita llevar adelante una investigación de la manera más eficaz y eficiente posible, y conocer las herramientas con las que cuentan otros organismos del Estado en pos de optimizar los recursos públicos.

Los docentes explicaron que la primera medida es procurar conocer a quien se busca: cómo está conformado su núcleo familiar y de amistades e identificar a las personas con las cuales ha mantenido relaciones afectivas (conflictivas o no), quiénes integran sus vínculos sociales y/o deportivos, etc.
“Las primeras horas deberán arrojar material suficiente para intentar trazar una estrategia del caso y profundizarla investigación en ese sentido”, detallaron.

Las dificultades que este tipo de casos presentan se deben, entre otras cosas, a que pueden darse distintos tipos de hipótesis que llevan a que una persona sea buscada: por decisión propia frente a algún conflicto en el ámbito familiar o entorno cercano, por algún problema de salud, adicción, enfermedad mental, o discapacidad; porque sufrió algún hecho de violencia, como producto de algún delito como secuestro, captación con fines de explotación sexual o laboral, tráfico, entre otras razones.

El momento de la aparición de la persona tiene también sus particularidades. “Es cierto que en estos casos la centralidad está puesta en la aparición con vida de la persona buscada y el fin de la incertidumbre acerca de su paradero, sin embargo, es interés y también deber del Estado investigar y sancionar la posible comisión de delitos detrás de la desaparición/ aparición. Por ello al momento de la aparición es imprescindible recabar el testimonio del o la involucrada”, puntualizó Mángano.

Agregó que “de acuerdo a lo que surge de diversos instrumentos internacionales, también debe considerarse como víctima a la familia de la persona que es directamente afectada por un delito. Por lo tanto, debe tratársela con el cuidado, respeto y consideración que el caso amerita”.

Además de la información que aportan familiares y allegados, los integrantes de Protex remarcaron que es importante explorar todas las líneas de investigación que podría resultar de utilidad como, por ejemplo, consultar a migraciones, interpol, transacciones económicas, registros públicos y servicios, filmaciones disponibles en espacios públicos, hospitales o lugares de internación, morgues, etc.

En las próximas clases, está previsto que participen funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación y de la ONG Acciones Coordinadas contra la Trata (ACCT), quienes van a introducir a los alumnos en la ciencia de la dactiloscopia como herramienta para la identificación de personas y se realizará un paralelismo entre la problemática de la búsqueda de personas extraviadas y el delito de trata.