El juzgado federal de Rawson ordenó el procesamiento de una pareja acusada de trata de personas con fines de explotación sexual, en línea con lo que había solicitado el fiscal federal de esa jurisdicción, Fernando Gelvez. Están acusados de beneficiarse económicamente a través de la explotación de al menos seis víctimas en situación de vulnerabilidad en un prostíbulo “privado” ubicado en la ciudad de Puerto Madryn.

Se trata de un hombre que sería el dueño y regenteador del local nocturno,  a quien el magistrado también le dictó la prisión preventiva, y su pareja, acusada de colaborar en el recibimiento y acogimiento de las víctimas con el fin de explotarlas sexualmente.

Finalmente, el juez ordenó trabar un embargo sobre los bienes del imputado hasta cubrir la suma de cien mil pesos.

El caso

La denuncia se originó en mayo de 2016, a través de un llamado telefónico recibido en la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad de Puerto Madryn. Luego,  fue remitida a la fiscalía Federal encabezada por Gelvez, quien solicitó una serie de medidas investigativas.

Como consecuencia de las tareas de campo realizadas por el personal policial, se pudo establecer  que en el lugar funcionaba un denominado boliche “privado”, en el cual se explotarían sexualmente a mujeres. Asimismo, se identificó al principal acusado, quien ejercería un control sobre las personas y a quien, en algunas ocasiones, se lo habría visto trasladando a las mujeres en su vehículo particular y descargando  bebidas alcohólicas para abastecer el lugar.

Por otro lado, a la causa se le agregó un informe policial en el cual un cabo de la Policía del Chubut comunicó que  el día 11 de septiembre de este año se hizo presente en esa dependencia policial un hombre en estado de nerviosismo y al borde del llanto. En esa oportunidad, el denunciante manifestó  que  el día anterior había llegado a Puerto Madryn en busca de su pareja, que padece de esquizofrenia, y quien se encontraba desaparecida hacía 20 días. Agregó que la mujer, oriunda de la ciudad de Esquel, le había enviado mensajes informándole que se encontraba  en la ciudad  portuaria, y le indicó a su pareja el domicilio donde se encontraba alojada. Una vez que el hombre se dirigió hasta allí, se dio cuenta que en el lugar se ejercía la prostitución y encontró a su pareja deteriorada físicamente  y con una marca en su cuello.

Finalmente, el representante del MPF solicitó el allanamiento del lugar y en la vivienda del acusado. El procedimiento se llevó a cabo el pasado 17 de septiembre y como resultado, seis víctimas fueron rescatadas, dos de ellas oriundas de Paraguay. En su declaración, indicaron que no podían negarse a “atender” a los “clientes” y manifestaron que “eran obligadas”.

En el segundo procedimiento, que se llevó a cabo en la casa particular del imputado, fue encontrada una víctima con  trastorno psíquico junto a su documentación.