El juez federal Carlos Vera Barros dispuso la realización de una inspección ocular y un allanamiento solicitados por la Fiscalía Federal N°1 -a cargo de la instrucción-, en el marco de la investigación por la muerte de Franco Casco. El cuerpo del joven, oriundo de Florencio Varela, había sido hallado el 29 de octubre del año pasado en Rosario, a orillas del Río Paraná, 22 días después de que se lo viera por última vez con vida en una comisaría de la ciudad santafesina. La Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) colabora con el fiscal Santiago Marquevich.
Por la mañana se llevó adelante una inspección ocular en el lugar donde fue encontrado el cuerpo y se tomaron muestras fotográficas para hacer trabajos técnicos y comparativos. Por la tarde, se realizó un allanamiento en la comisaría séptima de Rosario, donde se secuestraron computadoras, teléfonos celulares, libros de registro y documentación y se tomaron distintas muestras que serán luego analizadas.
Los procedimientos fueron llevados adelante por personal de Gendarmería y de la Dirección de Apoyo Técnico a la Investigación Fiscal (DATIF) de la Procuración General de la Nación. Estuvo presente el fiscal Santiago Marquevich, junto con colaboradores de la fiscalía y la perito de la DATIF Virginia Creimer.
La causa por la muerte de Casco tramita en la justicia federal a partir de la decisión del juez Carlos Vera Barros, quien en la resolución en la cual aceptó la competencia, entendió que podría tratarse de un caso de “desaparición forzada de personas”, por la posible intervención de personal policial.