Ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Juan continúa el juicio a once autoridades e integrantes del Servicio Penitenciario de esa provincia por torturas cometidas a un detenido en 2013 en el penal de Chimbas. Entre los imputados se encuentran el ex director de ese organismo, Leonardo Barac, y otras autoridades carcelarias entre jefes de sector, encargados de pabellón y médicos del penal, acusados de haber incumplido su deber de garantizar el cuidado del interno. El debate comenzó en septiembre y en representación del Ministerio Público Fiscal interviene la Fiscalía General ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Juan, a cargo de Francisco José Maldonado.
La víctima estuvo alojada en el Servicio Penitenciario de San Juan, en el marco de una causa que tramitaba ante la justicia federal, desde el 10 de mayo de 2012 hasta el 9 de agosto de 2013, fecha en la que la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza le otorgó la excarcelación. De acuerdo a la acusación, durante ese período fue objeto de distintos hechos de violencia, algunos de ellos denunciados y otros no, en consideración al riesgo que le implicaba acudir a la instancia judicial y la perspectiva de no obtener resultado alguno.
El 25 de junio de 2013, el interno fue agredido por otros reclusos con un elemento cortopunzante oxidado, lo que le produjo una lesión traumática penetrante en la región temporal izquierda con hematoma intraparenquimatoso. Tras su intervención quirúrgica varios días después, se comprobó la presencia además de fragmentos óseos “lesionando la duramadre y el parénquima cerebral”. Luego de que otros detenidos acudieron a su auxilio y los trasladaron hasta la puerta del pabellón, dos agentes lo sacaron del lugar y lo llevaron a la guardia externa.
Tras ser revisado en el establecimiento penitenciario, el interno fue trasladado al Hospital Marcial Quiroga, donde le suturaron la ceja izquierda, y luego fue devuelto al penal, todo en transcurso de cuarenta minutos, con una atención “rápida y deficiente”, según Maldonado. “Esta circunstancia explica que no se tomaron las medidas médicas de urgencia que la herida sufrida por la víctima requería, como fue señalado por los médicos que intervinieron con posterioridad”, detalló.
Para la Fiscalía "no se tomaron las medidas médicas de urgencia que la herida sufrida por la víctima requería, como fue señalado por los médicos que intervinieron con posterioridad"
A su regreso, la víctima fue alojada en el pabellón de máxima seguridad de Chimbas, donde permaneció tres días. En ese lugar fue desnudado, golpeado y objeto de diversos tormentos por parte del personal penitenciario. El 27 de junio de 2013, el defensor oficial presentó un habeas corpus denunciando graves hostigamientos con grandes riesgos para la vida de la víctima, por lo que el interno fue llevado a declarar ante el Juzgado Federal en un estado físico "deplorable". Esa misma tarde fue revisado por el jefe a cargo de la División Sanidad del Servicio Penitenciario Provincial, quien manifestó que “el interno no se encuentra apto para realizar entrevistas debido a que presenta alteración neurológica post traumática, que es conmoción cerebral producto del traumatismo recibido”, por lo que sugirió se lo trasladase al Hospital Guillermo Rawson de urgencia, a lo que hizo lugar el juzgado.
Desatendiendo esa directiva, fue llevado al Pabellón Micro Hospital de la unidad penitenciaria, hasta que dos días después fue trasladado al centro de salud ordenado. Allí fue sometido a una intervención quirúrgica por la severa infección que tenía, en la que se extirpó tejido muerto junto a esquirlas de huevos y restos de óxido del arma con la que fue atacado. Durante todo ese tiempo, permaneció custodiado por personal del Servicio Penitenciario Provincial y esposado en una cama.
A pesar de la indicación del personal del hospital sobre el tratamiento debido a su frágil estado de salud, la víctima fue llevada a Chimbas de regreso el 8 de julio sin asistencia médica, con una herida sangrante, esposado y en estado de semi conciencia. Finalmente, un nuevo hábeas corpus dispuso su traslado al Marcial Quiroga, en donde quedó internado hasta recibir el alta médica.
Para Maldonado, “diversos elementos objetivos dan cuenta de las lesiones sufridas por la víctima en fecha 25 de junio de 2013”, como también “quedó acreditado que en los días posteriores estuvo alojado en el pabellón de máxima seguridad del establecimiento penitenciario, lo que provocó un rápido deterioro de su estado de salud hasta culminar con la cirugía a la que fue sometido el día 29 de junio”. Todo ello quedó detallado en el registro del Libro de Guardia, a lo que se le agregan las diversas declaraciones testimoniales de los profesionales de la salud que intervinieron, y de los propios detenidos que se encontraban alojados junto a la víctima en Chimbas.
Junto al ex director Barac están imputados Eduardo Ángel Mendoza, ex jefe del Cuerpo Penitenciario; Andrés Fabián Castro, jefe del Sector 2; Julio Andrés Mercado y Daniel Fabián Marcado, a cargo del Pabellón 9; Mauricio Martín Díaz, Marcelo Agustín Díaz y José Sebastián Taparro, encargados del Pabellón 2 Sector 4 respectivamente; José Farja, médico del Penal; Rodolfo Zapata Gómez, jefe de la División Sanidad y Ernesto Alejandro Rainoso, psicólogo del penal.