Los fiscales Carlos Amad, Horacio Rodríguez y Mauricio Romero solicitaron esta tarde que se condene a 25 años de prisión e inhabilitación absoluta perpetua al ex comisario general de la Policía de Formosa Agustín Echeverría, a quien acusaron de ser coautor de los delitos de privación ilegal de la libertad y tormentos agravados en perjuicio de tres víctimas que permanecieron secuestradas en el Regimiento de Infantería de Monte (RIM) 29 de la capital provincial, entre otros lugares, durante la última dictadura cívico-militar.

"El imputado integraba el grupo más duro de interrogadores", señalaron los representantes del Ministerio Público. "Echeverría se desempeñó como integrante del Área Militar 234, siendo oficial del enlace, más precisamente en la Oficina de Registro y Enlace dependiente del Oficial de Inteligencia del RIM 29", describieron.

Los fiscales pusieron de relieve que los hechos imputados a Echeverría, de 65 años, "se enmarcan en un plan sistemático de persecución contra grupos de determinada orientación política" y sostuvieron que "en la propia razón de la persecución, está, sin duda, el elemento axil de su calificación como crimen de lesa humanidad".

Amad, Rodríguez y Romero consideraron probada la intervención del ex policía en los tres casos que se le imputaban, que tuvieron como víctimas a dos hombres -uno de ellos, Luciano Ramón Díaz, desaparecido- y una mujer.

El primero de los hechos ocurrió el 5 de agosto de 1976, cuando dos personas de civil se presentaron en el Superior Tribunal de Justicia de Formosa y secuestraron a un hombre que trabajaba allí, quien luego pudo sobrevivir. La víctima fue trasladada al destacamento policial rural San Antonio, denominado "La Escuelita", donde lo torturaron con diferentes métodos mientras lo mantuvieron atado de pies y manos.

Una de las torturas le provocó la pérdida del 50 por ciento de la capacidad auditiva. Veinte días después fue derivado al RIM 29, de donde era sacado de la celda por dos represores, uno de ellos Echeverría, según pudo identificarlo. "Echeverría arrojó agua sobre el piso de la celda del Regimiento de Monte 29 donde se alojaba la víctima, lo que impidió que el mismo pueda sentarse, agravando aún más la penosa condición de detención que el mismo arrastraba desde el centro clandestino de detención conocido como la Escuelita", describieron los fiscales en su acusación.

En tanto, el desaparecido Díaz fue visto por última vez en el RIM 29. El hombre fue secuestrado el 8 de septiembre de 1976 a la madrugada en su domicilio de Formosa y fue visto por sobrevivientes en aquella unidad militar y en el Destacamento San Antonio en un "estado deplorable por las quemaduras de su cuerpo", "sin poder sentarse, acostarse y hablando poco", "sufriendo mucho", citaron los fiscales uno a uno los testimonios de otras víctimas que compartieron con Díaz el cautiverio.

El caso de la mujer víctima ocurrió el 1° de junio de 1977, cuando personal de la Prefectura Naval de Formosa la detuvo junto a su esposo y la trasladó "vendada y atada" al RIM 29. "Llegada al lugar la tiraron al piso y fue torturada desnuda, mediante picanas, golpes, patadas, pudiendo ver en esa ocasión a Echeverría, persona ésta que la desnudó antes de iniciar las sesiones referidas", reconstruyó la fiscalía en base a la declaración de la sobreviviente.

La mujer atestiguó que reconoció al imputado cuando, ya en libertad, debió concurrir al regimiento a firmar un "libro de asistencia". "Portaba la misma prenda de vestir que la usada al momento de torturarla, y gracias a los datos aportados por los soldados, tomó conomicimiento que se traba de Echeverría", precisaron los fiscales en base a su relato.

La jornada de hoy comenzó temprano en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Formosa. Los jueces subrogantes Ramón Luis González (presidente), Fermín Seroleni y Carlos Soto Dávila escucharon desde las 8:30 el alegato de los representantes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y por la tarde las exposiciones de Amad, Rodríguez y Romero y de la defensa.