El Tribunal Oral Federal Nº6, integrado por José Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Javier Anzoátegui recibió hoy cuatro testimonios relacionados con los hechos que derivaron en la muerte de Alberto Márquez y la "tentativa de homicidio" contra Martín Galli y Paula Simonetti. Además, los jueces anunciaron que se realizará una audiencia más a las dos previstas durante la feria judicial de invierno. 

El juicio continuará el viernes 4 de julio con tres testigos que se sumarán a los 42 que ya declararon en el juicio Se calcula que antes de la feria finalizará la etapa de declaraciones testimoniales en el juicio que acumula estas dos causas. Según se estableció en la instrucción, los tripulantes de dos autos y una camioneta, que se dirigían por la 9 de Julio en dirección hacia Obelisco, dispararon balas de plomo contra los manifestantes. A bordo de los vehículos, se encontraban Orlando Oliverio (por entonces comisario inspector); Carlos José López (ex subcomisario); Eugenio Figueroa (ex principal); Roberto Juárez (ex sargento primero); Gonzalo Firpo Castro (ex agente); Norberto Sabbino (ex inspector); Sebastián Saporiti (por entonces auxiliar); Horacio Berardi (ex auxiliar) y Mario Seia (ex principal).

La atención a las víctimas de 9 de Julio y Sarmiento

Walter Bartolomé es enfermero y en 2001 era motomensajero independiente. Almorzaba en una pizzería cuando vio por televisión cómo la policía le pegaba a las Madres de Plaza de Mayo. Indignado, se dirigió a manifestarse hacia el centro porteño. Caminó por la calle Alsina y al llegar al cruce de Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo notó un cordón policial que le impedía llegar a la Plaza de Mayo.

"Me quedé 4 horas en ese lugar, defendiéndome de la represión con piedras que encontraba en el piso", relató a la Fiscalía, a cargo de Mauricio Viera. Luego, se dirigió hacia la zona del Obelisco y se quedó en la esquina de Cerrito y Sarmiento. Bartolomé fue testigo de la llegada de una camioneta y dos autos sobre la 9 de Julio: "Sabían lo que tenían que hacer: se bajaron y dispararon, ni siquiera hablaron entre ellos".

En ese momento, que según el testigo no duró más de 10 segundos, tuvo que refugiarse debajo su moto. Cuando no escuchó nada más, dio una vuelta por Cerrito y cruzó la avenida hasta que vio que un grupo de personas le hacía señas pidiendo auxilio. Allí, observó a Paulo Córdoba (quien ya testificó en esta causa) muy mal herido y con una gran herida en el cuello. Junto con otra persona, lo subieron a la moto para buscar ayuda con urgencia.

"El estado del paciente era gravísimo", detalló Bartolomé. A las cuadras, divisó una ambulancia: "tuve que insultarlos para que se den cuenta del estado de la persona, estaban esperando la llegada de más heridos y Córdoba no podía esperar". Finalizado el relato, comenzaron las preguntas de las defensas. Virgilio Loiacono, l abogado del ex jefe de la Policía Federal Ruben Santos, le solicitó que explicara (como suele hacerlo con todos los testigos) si conocía qué era el estado de sitio. También, intentó poner en duda su actividad laboral, ya que según él, "no compatibilizaba" con su presencia el 20 de diciembre, algo que el Tribunal no permitió. Por último, le preguntó: "¿dónde estudió?". "Soy auxiliar de enfermería de la Cruz Roja Argentina", respondió con tranquilidad.

"¿Tenía usted algún tipo de militancia política?", inquirió la defensora de varios de los policías acusados, Valeria Corbacho. "Estaba en el Partido Humanista y siempre me manifesté bajo la metodología de la no violencia", contestó Bartolomé.

Luego, fue el turno del médico emergentólogo del SAME, Gonzalo Pereyra, quien relató como vivió aquella jornada. El testigo estaba de servicio en el Hospital Álvarez y cubría la zona del macro y microcentro porteño. "Debo haber atendido más de 20 servicios y mientras atendía cerca del mediodía uno en 9 de Julio y Avenida de Mayo, manifestantes heridos de bala de goma se metieron a la ambulancia para que los ayude", recordó.

Detalló también que luego de quedar en el medio de la represión, la ambulancia pinchó una goma, por lo que estuvieron varias horas sin prestar servicio. Durante la tarde, se acercó uno de los jefes del SAME, quien les pidió que lo llevaran hasta Pellegrini y Sarmiento para buscar unas camionetas de la entidad. En la esquina de 9 de Julio y Avenida de Mayo, fueron interceptados por unos policías que estaban esperando otra ambulancia. Cuando estaba por irse, llegó un auto que transportaba un herido en la parte trasera.

"Después, me enteré que era Alberto Márquez: estaba ensangrentado y con respiración agónica", relató Pereyra. Además, confirmó la presencia de Marta Pinedo en el auto y luego en la ambulancia que lo trasladó al Ramos Mejía, algo que mucha de las defensas habían puesto en duda.

Luego de un cuarto intermedio, fue el turno de Cristian Varas, un agente de seguridad de una constructora ubicada en Cerrito y Sarmiento. Recordó que la gente tenía la cara tapada y por los gases y se recordó a un auto que luego se fue por contramano.

Por último, declaró Ignacio Da Rocha, amigo de Martín Galli y hermano de Leonardo, quién también ya declaró en el juicio oral. El testigo se fue antes de que hirieran a Galli, por lo que sólo pudo confirmar lo relatado por los otros dos sobre el recorrido que realizaron para llegar al Obelisco.