El coordinador del área de Fraude Económico y Bancario de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), Pedro Biscay, encabezó desde el mediodía y hasta media tarde un allanamiento a una casa de numismática situada en plena zona comercial de Buenos Aires con la presunción de que allí funcionaba una "cueva" dedicada a cambiar moneda extranjera y otras operaciones financieras ilegales.
El local está dedicado a la comercialización de billetes, monedas y estampillas a coleccionistas, aunque los funcionarios encontraron en el lugar dinero en efectivo de curso vigente y de diferentes países. Por ese motivo, se sospecha que desde allí se cometían delitos cambiarios e intermediación financiera no autorizada.
En efecto, fueron secuestrados y contabilizados por peritos del Banco Central alrededor de 500 mil pesos; más de 15 mil dólares estadounidenses; alrededor de 10 mil dólares autralianos; poco más de 400 euros; unos 50 mil pesos uruguayos; casi 7000 dólares canadienses; cerca de 100 mil guaraníes; unos 50 mil pesos chilenos, y pequeñas cantidades de francos y libras.
El procedimiento, realizado en un local situado en Avenida Cerviño y Scalabrini Ortiz, fue consecuencia de una investigación dirigida por la Procelac con el apoyo técnico de la Unidad Especial de Procedimientos Judiciales (UESPROJUD) de la Gendarmería Nacional, a cargo del comandante principal Hugo Miranda. En el caso, intervienen el fiscal nacional en lo Penal Económico Emilio Guerberoff y el juez de ese fuero, Ezequiel Berón de Astrada, quien ordenó el allanamiento.
Ni bien ingresaron al lugar -atendido por cuatro personas- los agentes de la UESPROJUD se encontraron con un policía federal, quien estuvo demorado durante todo el procedimiento y explicó que estaba allí porque en el local le hacían el favor de guardarle sus pertenencias mientras realizaba tareas de prevención en la cuadra. Durante el operativo, se hicieron presentes otros policías federales a bordo de un patrullero de la Comisaría 53ª para interiorizarse de la situación de su colega, pero debieron aguardar en la calle.