03 de octubre de 2024
03 de octubre de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El juicio por la represión policial que provocó cinco muertes en el centro porteño
20 de diciembre de 2001: De la Rúa aseguró que el gobierno no dio órdenes y que "la policía actuó en ejercicio de sus funciones"
En su declaración como testigo ante el Tribunal Oral Federal N°6, el ex presidente dijo que la Policía Federal Argentina operaba bajo la responsabilidad del entonces ministro del Interior Ramón Mestre y del secretario de Seguridad Enrique Mathov. Además, señaló que el estado de sitio se decretó como advertencia y para mostrar solidaridad con las provincias, "pero no para implementar en la práctica".

El ex presidente Fernando De la Rúa declaró hoy durante casi tres horas en el juicio que lleva a cabo el Tribunal Oral Federal N°6 por la represión policial que dejó cinco muertos en el centro de la Ciudad de Buenos Aires entre el 19 y el 20 de diciembre de 2001. Durante su declaración testimonial, el ex mandatario negó que hayan existido órdenes del gobierno referidas al operativo desplegado en la Plaza de Mayo, aseguró que no previeron protestas en la Capital Federal para aquél 20 de diciembre de 2001 y que el estado de sitio fue decretado como advertencia, entre otras definiciones sobre sus últimos días en la presidencia de la Nación.

Con gesto adusto, pasadas las 11:30, comenzó a narrar cronológicamente sus actividades desde la madrugada del 20, ante las preguntas de los representantes del Ministerio Público Mauricio Viera, Mariano Domínguez, Santiago Vismara y José Piombo.

Afirmó que al llegar a la Casa de Gobierno el 20 de diciembre cerca del mediodía consideró que "no había nada especial ni actividad que llamara la atención. Había entre 50, 100, 120 personas" en la Plaza de Mayo. Luego, mantuvo una reunión con el ministro del Interior Ramón Mestre -imputado hasta su fallecimiento en 2003- y de Justicia y Derechos Humanos, su hermano Jorge De la Rúa. Mientras se encontraban reunidos, "llegó el aviso de las disposiciones de [la jueza federal María Romilda] Servini de Cubría para que toda la gente se ubique detrás de la valla". "Estuvimos bajo las órdenes de la jueza federal, que es la que dispone desalojar la plaza desde la Comisaría 2° y hacer cesar la intervención de la Montada", aseguró. Indicó que con el "consenso de todos" se dieron órdenes para que se retiren los uniformados a caballo, pero que no sabía quién había dispuesto que intervenga esa división de la Policía Federal.

"Mensaje de unidad"

En otro tramo del interrogatorio, esta vez en cabeza del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) -que el ex jefe de Estado no dudó en calificar como una "acusación"- contó que el entonces secretario de Seguridad -y hoy acusado en el juicio- Enrique Mathov lo acompañó a dar el "mensaje de unidad" a la población. Una vez finalizado, alrededor de las 16:20, escuchó que en los medios ya hablaban de muertos en las manifestaciones, por lo que le pidió al secretario que haga las averiguaciones al respecto. "Mathov se comunicó con el jefe de la policía [el también acusado Rubén Santos] y le dice que no había muertos", manifestó.

Asimismo, indicó que su renuncia se produjo tras el fracaso de las negociaciones políticas, por lo que evaluó que si él era el motivo, se apartaba: "se calmó todo, por lo que fue un complot puesto en marcha". "Salir en helicóptero fue una decisión errónea por la imagen que dio", fue la curiosa reflexión que hizo espontáneamente. Luego, añadió que se fue a las 19:00 y que tras ello lo llamó Mathov y le confirmó "que había dos fallecidos". "Imagine mi pesar, nada estaba dirigido para terminar con semejantes sucesos", concluyó.

Tras las primeras dos horas de declaración, se realizó un cuarto intermedio. Al reanudarse la audiencia, el abogado Rodrigo Borda del CELS -que interviene como querellante- le preguntó desde cuándo conocía a Mathov. La consulta pareció enojar al también ex presidente, pues se dirigió al presidente del Tribunal: "Estoy siendo objeto de una acusación. ¿Usted puede garantizar mis derechos? ¿Qué se está juzgando? Que me digan los hechos", deslizó. José Martínez Sobrino le aclaró que las preguntas que se estaban formulando no implicaban una acusación y que de todas formas podía no contestar si consideraba que alguna de ellas implicasen una autoincriminación, tal como se lo habían explicado al inicio de su comparecencia. Y así lo hizo en varias oportunidades, amparándose en el artículo 18 de la Constitución Nacional. Entre el revuelo y los cruces con tono elevado, De la Rúa dijo que la Policía Federal Argentina operaba bajo la responsabilidad de Mestre y Mathov. "Desde el gobierno, no se dio una orden, si la policía actuó fue en ejercicio de sus funciones naturales", completó.

Estado de sitio "como advertencia"

"No se esperaban manifestaciones ese día porque había declarado el estado de sitio", continuó. Al respecto, Martínez Sobrino le preguntó por qué se había decretado para todas las provincias del país, ante lo que el ex mandatario contestó: "La situación era inestable en el conjunto de las provincias, era imposible acotarlo"; sin embargo, agregó que no había sido adoptado en función de la Ciudad de Buenos Aires. "Se pensó como advertencia pero no para implementar en la práctica, sino para mostrar solidaridad con las provincias", añadió.

Finalmente, De la Rúa -con sobreseimiento recientemente confirmado por la Corte Suprema de Justicia- expresó que "es absurdo pensar que se hubiera querido mantener la plaza vacía, como leí en algunos lados", en contraposición a lo asegurado por numerosos testigos a lo largo del juicio comenzado en febrero del año pasado.

"Fue un día crítico para las instituciones, el país y mi presidencia", dijo al finalizar, mientras el público que presenció la audiencia -conformado por familiares y amigos de las víctimas- gritaba "¡Asesino, todo vuelve!", "¡Hacete cargo!" y clamaba los nombres de Alberto Márquez, Diego Lamagna, Gastón Riva, Carlos Almirón y Gustavo Benedetto.