Los jueces Hugo Decaría, Enrique Gamboa y Cristina Bértola condenaron hoy a tres años y ocho meses de prisión a Adrian Rousseau por lo ocurrido en la denominada “Batalla del Playón”, en mayo de 2007. Los magistrados lo consideraron responsable de las graves lesiones sufridas por Carlos Ariel “Urko” Berón y Roque Emmanuel “Rocky” Raposo, cuya pena se agrava por haber sido cometidas “en ocasión de celebrarse un espectáculo deportivo”. La fiscal Dafne Palópoli había solicitado cuatro años de prisión.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº15 le fijó a Rousseau una inhabilitación perpetua para concurrir al estadio del Club Atlético River Plate. Además, lo inhabilitó por siete años y seis meses para “desempeñarse como deportista, jugador profesional, técnico, colaborador, dirigente, concesionario, miembro de comisiones o subcomisiones de entidades deportivas o contratado por cualquier título por estas últimas”. Estas dos inhabilitaciones están enmarcadas en la ley 24.192 para la Prevención y Represión de la Violencia en Espectáculos Deportivos.

Los jueces establecieron que Rousseau tiene prohibido salir del país y deberá fijar un domicilio, del cual no podrá ausentarse por más de 24 horas. También deberá presentarse entre el 1º y el 5 de cada mes en la secretaría del Tribunal. Si el ex líder de la hinchada de River Plate no cumpliera alguna de estas condiciones, los jueces podría revocar su excarcelación y ordenar su detención.

Tanto Matías Goñi como Cristian Pineda fueron absueltos, tal como había solicitado la fiscal. El primero por “duda” y el segundo por ausencia de pruebas en su contra. Los fundamentos del veredicto se conocerán el próximo 23 de diciembre a las 13. Durante sus últimas palabras, Rousseau aseguró que no había estado en la cancha: “nunca estuve en ese lugar; soy una persona que me dedico a mi trabajo, doy trabajo a la gente y me encanta”.

Los hechos

El 6 de mayo de 2007, River jugaba contra Independiente. Después de terminado el partido y cuando los hinchas abandonaban el estadio, la facción de la “barra brava” que lideraba Rousseau ingresó al playón del estadio. Según los testimonios y el video que un hincha grabó en aquél momento, entre 50 y 60 personas fueron las que se enfrentaron con la otra facción de la hinchada, representada por Alan Schlenker.

El enfrentamiento culminó con varios heridos, además de Berón y Raposo. Para la fiscal, “este tipo de ataques y peleas, con características mafiosas, se daban para discernir quién se quedaba con los negocios que tenía la barra¨. Palópoli en su alegato sostuvo que los hechos no podrían haberse consumado sin la connivencia de la dirigencia de River Plate y de las fuerzas de seguridad que tenían a su cargo la logística del partido. “Todo es difuso y las explicaciones que dieron en el juicio quienes debían controlar son muy vagas” había dicho.