En la sala AMIA de los tribunales federales de Retiro, el Tribunal Oral Federal Nº4 integrado por Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y María Gabriela López Iñiguez resolvieron condenar a Amado Boudou a la pena de cinco años y diez meses de prisión por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública, además de una multa por 90.000$ e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos. A José María Núñez Carmona lo condenaron a cinco años y seis meses también por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles, mientras que a Nicolas Ciccone le impusieron la pena de cuatro años y seis meses por el delito de cohecho y una multa de 90.000 pesos. Los magistrados ordenaron la inmediata detención de los tres condenados, disponiendo, en el caso de Nicolas Ciccone y en razón de su edad, su efectivización bajo la modalidad de arresto domiciliario. Los fiscales Marcelo Colombo y Santiago Eyherabide representaron al Ministerio Público Fiscal.
El tribunal también dictó penas de prisión pero en suspenso para Rafael Resnik Brenner, Guido Forcieri y Alejandro Vanderbroele. A los dos primeros por el delito de negociaciones incompatibles, a tres años y a dos años y seis meses de prisión respectivamente. Vanderbroele fue condenado a dos años por el delito de cohecho. A los tres condenados les ordenaron tareas comunitarias, multas e inhabilitación perpetua.
Los alegatos de la fiscalía
Los fiscales Marcelo Colombo y Santiago Eyherabide habían pedido para el ex vicepresidente de la Nación la pena de cinco años y seis meses de prisión.
Así, los representantes del MPF tuvieron por probado que Nicolás Tadeo Ciccone -por una parte-, y Amado Boudou, José María Nuñez Carmona, Alejandro Paul Vanderbroele, Guido Forcieri y Rafael Resnick Brenner, por la otra, convergieron en la perpetración de un ‘acuerdo ilegal’, precedido de negociaciones previas, que culminó en la cesión, por parte del primero, del 70 % de las acciones de la empresa privada CICCONE CALCOGRAFICA, a cambio de la promesa del levantamiento ilegal de la quiebra, y la finalidad de obtener futuras contrataciones con el Estado Nacional.
También tuvieron por probado que Amado Boudou y Nuñez Carmona utilizaron como pantalla de la operación a la empresa THE OLD FUND S.A, y a su presidente Vandenbroele, quien respondía, sin embargo, enteramente a las órdenes de aquéllos.
A su vez, los fiscales consideraron que el cumplimiento de aquellas promesas de Boudou y Núñez Carmona constituyeron verdaderas y autónomas injerencias indebidas en asuntos públicos de competencia del primero, para beneficiar a la Empresa Ciccone (luego, Compañía de Valores Sudamericana), una vez adquirido ese 70 por ciento de las acciones, y que en ese tramo tomaron parte los imputados Guido Forceri y Rafael Resnik Brenner.