La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional confirmó el procesamiento de Aníbal Lotocki por el delito de “alteración de prueba” en el marco de la causa donde se investiga su responsabilidad en la muerte de un paciente. En el expediente intervienen la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°1, a cargo de Pablo Recchini, y la Fiscalía General N°3 ante ese tribunal, cuyo titular es Mauricio Viera.
El 15 de abril, Cristián Zárate (50) ingresó a la clínica “Cemeco”, ubicada en la calle Colpayo 20 en el barrio de Caballito para realizarse una dermolipoctomía programada, una intervención que consiste en la remoción de tejidos en la zona abdominal, tras lo cual quedó en observación. Un día después, se descompensó y fue intubado, mientras personal de la clínica se comunicaba con la obra social para que enviaran una ambulancia.
En ese momento, Zárate sufrió un paro cardíaco, y falleció luego de que intentaran reanimarlo. Se le dio intervención al SAME, que constató el fallecimiento y comunicó el hecho a la comisaría de la zona, donde Lotocki quedó demorado. El médico estuvo detenido poco más de diez días hasta que fue excarcelado por la Cámara de Apelaciones tras fijarle una caución de cinco millones de pesos.
En el marco de la investigación, el juez Luis Schelgel ordenó el allanamiento de la clínica para obtener la documentación sobre el procedimiento quirúrgico practicado. En paralelo a la situación para determinar si existió responsabilidad en la muerte del paciente, el magistrado procesó a Lotocki por alteración de prueba en base a varias irregularidades halladas durante el proceso judicial. La defensa del imputado apeló la decisión y llevó el caso a la Cámara.
Ante la apelación, la Fiscalía General Nº3 dictaminó que correspondía confirmar el procesamiento y recordó que se le imputó a Lotocki haber consignado información “inexistente o falsa” en la historia clínica. “El juez de la instrucción valoró exhaustivamente los elementos de prueba colectados hasta el momento, y consideró -acertadamente- que permitían dictar el juicio de probabilidad respecto de la hipótesis investigada y de la intervención del nombrado”, se sostuvo.
"La historia clínica de Cristian Zárate no contiene noticia de la totalidad de los sucesos médicos que debiera mencionar ni tampoco en consecuencia [está] integrada por la totalidad de los documentos y datos que deberían conformarla", resaltó la Cámara.
Se hizo hincapié en la “gran cantidad de enmiendas y errores” consignados en la documentación así como también en las omisiones que tenía la historia clínica. De acuerdo al repaso hecho por la fiscalía, hay anotaciones sin fecha y tampoco está el detalle de los profesionales que intervinieron en la cirugía y en las complicaciones que surgieron después.
“Todas estas deficiencias, sumadas a la actitud demostrada por el imputado ante la autoridad policial ante el primer intento por ingresar a la clínica CEMECO, evidenciaría su intención de contar con suficiente tiempo para llevar a cabo esa alteración, presuntamente, con el objeto de incidir en la debida reconstrucción de cómo fue su proceder durante la actividad médica en cuestión”, remarcó la fiscalía. Se recordó que incluso no dejaron ingresar al primer policía que se acercó, cerca de las 13.40 del 16 de abril. La detención se efectuó pasadas las 15.00.
El fallo de la Cámara
Los jueces Hernán Martín López e Ignacio Rodriguez Varela sostuvieron en su resolución que dentro del parte quirúrgico se había consignado “la transfusión de hemoderivados durante la cirugía” aunque luego se constató que la transfusión se concretó recién al día siguiente. “Ello constituye un indicio de que el parte no fue confeccionado inmediatamente después de la cirugía o que fue modificado luego de la muerte del paciente”, recalcaron y agregaron que se había rectificado en la historia clínica la hora de la finalización de la operación.
Recordaron que en la indagatoria el imputado dijo que debió salir durante la cirugía y que había dejado a cargo a sus dos ayudantes aunque nada de eso quedó reflejado en el parte quirúrgico, así como tampoco una segunda intervención que se le realizó a Zárate por los dolores que presentaba.
“Lo expuesto denota que la historia clínica de Cristian Zárate no contiene noticia de la totalidad de los sucesos médicos que debiera mencionar ni tampoco en consecuencia [está] integrada por la totalidad de los documentos y datos que deberían conformarla”, marcaron los jueces.
Por último, mencionaron un informe del Ministerio de Salud de la Nación, donde se señaló que Lotocki “no posee título de especialista en Cirugía General ni tampoco la especialidad de Cirugía Plástica y Reparadora registradas ante esta cartera sanitaria, a pesar de realizar tales prácticas en la clínica CEMECO”. En ese mismo escrito, la autoridad gubernamental explicó que el centro médico no cumplía con las normativas vigentes respecto de la práctica de la medicina y que no tenía un director médico responsable a cargo, por lo que se procedió a la clausura.
“Tales condiciones preexistentes explican la conducta de Lotocki, quien habría pretendido entorpecer la investigación -aun en curso- iniciada con motivo del fallecimiento de Rodolfo [Cristian] Zárate, ocurrido cuando se encontraba bajo su cuidado en ese lugar”, indicaron los magistrados de la Cámara de Apelaciones.