El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de Córdoba aplicó penas de entre tres y ocho años de prisión a los integrantes de una banda dedicada al narcotráfico. En sintonía con lo solicitado por el fiscal general Carlos Gonella y el auxiliar fiscal Facundo Trotta, los jueces condenaron a los nueve integrantes de una organización que comercializaba en el ámbito provincial cocaína adquirida en Buenos Aires. Uno de los miembros de la banda, al momento de los hechos, ocupaba un cargo jerárquico en la división Drogas Peligrosas de la Policía de Córdoba. En la etapa de instrucción intervino la fiscal interina Alicia Viviana Cena.

La investigación permitió demostrar que, entre 2014 y 2015, Fernando Vilches obtuvo, comercializó, distribuyó y transportó estupefacientes en forma organizada, provistos por Sabina Sipe Franco, su concubino, Ramiro Moya Miranda y Fredy Luis Becerra Vera, todos ellos de nacionalidad boliviana. Una vez obtenido, el material estupefaciente era inserto en el mercado de la ciudad de Córdoba para su distribución, venta y expendio al menudeo, para lo que Vilches se valió de la intervención necesaria de su pareja, Paola Contreras, Carlos Grich, Raúl Yorye, Nancy Moreno, y el comisario inspector de la policía de Córdoba Leonardo Hein.

La investigación tuvo su origen el 6 de marzo de 2014, cuando un integrante de la Policía Federal Argentina de Córdoba recibió una llamada telefónica anónima, en la que una mujer manifestó que quería realizar una denuncia por venta de drogas en la ciudad. Según su testimonio, “un señor de apellido Correa distribuye droga a otras personas para que éstas las comercialicen, siendo una de estas personas un masculino de sobrenombre ‘cigarrero’”. Tras poner en conocimiento al juzgado federal, las primeras investigaciones pudieron determinar que el segundo hombre mencionado era Grich, conocido por ese apodo.

Las tareas de campo y las intervenciones telefónicas permitieron establecer que el estupefaciente comercializado en Córdoba era adquirido en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría por Sipe Franco, Moya Miranda y Becerra Vera. Posteriores allanamientos tanto en la capital cordobesa como en la localidad bonaerense -en los domicilios de los imputados- permitieron secuestrar grandes cantidades de cocaína y materiales para su fabricación, como también elementos para su fraccionamiento y peso, abundante dinero en efectivo y teléfonos celulares.

Para los representantes del Ministerio Público Fiscal quedó demostrado que Grich y Yorye se confabulaban para traficar estupefacientes provistos por Vilches, con quien tuvieron una estrecha relación comercial y personal; mientras que Hein, que se desempeñaba desde 2007 en el cargo de Comisario Inspector en la división Drogas de la policía de la provincia y luego fue nombrado segundo Jefe de la Departamental Río Cuarto, tenía pleno conocimiento de las actividades coordinadas por Vilches y Grich, a quienes “allanó el camino para que actuaran en una zona liberada”. En el requerimiento de elevación a juicio, Cena remarcó que “la jerarquía funcional dentro de la estructura de la policía que detentaba Hein”, les permitió a sus consortes llevar a cabo actividades que integran la cadena del tráfico ilícito de estupefacientes en forma organizada con la intervención de tres o más personas, en las cuales sin la colaboración prestada por Hein no podrían haberla cometido, brindando datos de automóviles, de operativos o procedimientos que se desarrollaban en los barrios de los sindicados, y habría asesorado y llevado tranquilidad ante las consultas realizadas por los mismos”.

Por su parte, la actividad de Moreno consistió en la tenencia de estupefacientes provistos por Vilches, con fines de comercialización. Respecto de Contreras, pareja de Vilches, la fiscalía también la consideró responsable de confabulación para las actividades de narcotráfico desarrolladas junto al resto de la banda. En tanto, quedó demostrado que Sipe Franco, Moya Miranda y Becerra Vega intervinieron en actos propios del narcotráfico como guarda de elementos destinados a producir, fabricar y preparar sustancias estupefacientes para luego comercializarlas o distribuirlas a diferentes personas, entre ellas a Vilches, quien a su vez transportaba cocaína para su distribución y comercialización en Río Cuarto, confabulando con Contreras, Grich, Yorye y Moreno, y con la colaboración de Hein.

El Tribunal condenó a Vilches a la pena de siete años de prisión tras señalarlo como coautor penalmente responsable del delito de confabulación para el narcotráfico y autor de su transporte, ambos en concurso real. Sipe Franco, en tanto, fue señalada como coautora de guarda de elementos destinados a la fabricación y preparación y comercialización de estupefacientes, agravados por la cantidad e intervinientes, por lo que recibió una pena de ocho años de pena con declaración de reincidencia, mientras que Becerra Vera y Moya Miranda obtuvieron penas de siete años al ser coautores del delito de guarda de elementos destinados para su fabricación y preparación, agravados por la cantidad de personas intervinientes.

Grich, Contreras y Yorye, por su parte, fueron señalados como coautores responsables del delito de confabulación para el narcotráfico con penas de cuatro años y seis meses, y tres años, respectivamente, en los dos primeros casos, y tres años de ejecución condicional en el tercero, con la condición de someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados y realizar tareas comunitarias. Alicia Moreno también fue señalada como responsable de confabulación para el narcotráfico y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, ambos en concurso real, por lo que recibió una pena de cuatro años, mientras que el ex agente Hein fue condenado a un año y seis meses de ejecución condicional por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el próximo viernes.