Después de aproximadamente 10 horas de debate terminó la única audiencia que se llevó adelante esta semana por la tragedia ferroviaria de Once. El hecho ocurrió el 22 de febrero de 2012, cuando una formación del Sarmiento colisionó contra un dispositivo de contención de la estación, lo que provocó la muerte de 52 personas y más de 700 heridos. El Tribunal Oral Federal Nº2, el fiscal, las defensas y las querellas escucharon sólo a tres testigos, uno de los cuales quedó detenido por falso testimonio. Otro explicó que el día del accidente el tren estaba colapsado de pasajeros por lo que en una de las estaciones quedó en desnivel en relación con el andén: “había una diferencia de 10 centímetros entre la plataforma y el tren”.
El fiscal Fernando Arrigo habló de la audiencia de ayer y destacó que “una sola de las declaraciones duró aproximadamente cinco horas y la verdad se hace arduo mantener la atención durante todo el tiempo que dure la audiencia, pero no imposible”. Y agregó: “fue una audiencia positiva porque a medida que avanza el juicio vamos reconstruyendo porqué pasó lo que pasó”.
El guarda Patricio Marcelo Juárez fue el testigo que terminó con una causa penal por falso testimonio, y a disposición del juzgado de turno para ser indagado. Durante el debate, su declaración estuvo plagada de contradicciones e incongruencias. Fue reticente a responder las preguntas y poco claro al contestar si se había bajado o no en la estación Castelar para ser relvado por otro compañero.
Luego, el Tribunal le exhibió un video a pedido de la Fiscalía del recorrido del “chapa 16” de Moreno a Castelar, trayecto en que el testigo estaba a cargo de la formación. En la filmación, se muestra que 300 metros antes de llegar a la estación Castelar se deja ver una sombra que baja del último vagón.
Fue en este punto donde el relato del testigo se llenó de contradicciones. Juárez había manifestado que no había bajado del tren y que la sombra podía ser de alguien que habría viajado con él en la cabina, aunque al inicio de su testimonio afirmó que viajó solo. Posteriormente a las imágenes, explicó que tal vez el de la sombra podía ser él.
El fiscal Fernando Arrigo puntualizó en que Juárez “habría dejado, su lugar de trabajo, 300 metros antes de la estación”. “El tren, en principio, circuló 300 metros sin guarda, en la hipótesis de confirmarse que la sombra de quién bajó del tren era del testigo que estaba declarando", agregó.
En los cinco meses que lleva el juicio, fueron tres los guardas que declararon. Juárez fue el segundo de los detenidos por falso testimonio. Arrigo explicó que en ambas declaraciones los testigos no dijeron la verdad de lo que se les preguntaba y agregó que, si bien no puede confirmar ninguna de las hipótesis posibles de porqué lo hicieron, si le ”llamó la atención”. No fue sólo esta lo que exigió una audiencia de aproximadamente 10 horas de debate. También, prestó su testimonio Juan José López Bonfanti, otro de los guardas previo al accidente del 22 de febrero.
Bonfanti fue quién explicó que el día del accidente la formación venía tan cargada de pasajeros que produjo un desnivel de 10 centímetros entre el andén y el tren. Además, realizó una minuciosa descripción de las condiciones en las que se encontraban las formaciones de la línea Sarmiento; en este punto coincidió con lo que las víctimas dijeron al inicio del debate sobre el estado de las puertas y que “se pide autorización a personal de la empresa para que las puertas queden abiertas, desactivando el sistema de enclavamiento”.
El fiscal contó que para la semana que viene se espera que declaren diferentes operadores que se desempeñaban en el puesto de control de quienes modulan con los motorman y expresó: “jamás tuve un juicio de estas características (…) es una experiencia muy particular. Se advierte la coexistencia de diferentes temas involucrados en las audiencias de juicio, que son aspectos técnicos, psicológicos, clínica médica, neurológicos, bioquímicos, mecánicos, derecho administrativo, societario, etc.”.