28 de abril de 2024
28 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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En línea con el recurso del Ministerio Público Fiscal
Muerte del subteniente Chirino: la Cámara Federal de Corrientes agravó la imputación a homicidio simple y ordenó la detención de siete militares
El tribunal revisor hizo lugar a los argumentos de los fiscales Carlos Schaefer y Fabián Martínez y de la querella y revocó la calificación inicial de homicidio culposo. Matías Chirino murió en junio de 2022 luego de que le hicieran beber alcohol y le obligaran a realizar esfuerzos físicos en el marco de un ritual de iniciación en el Grupo de Artillería de Monte 3 de Paso de los Libres.

En línea con los recursos del fiscal general subrogante Carlos Schaefer y del fiscal federal de Paso de los Libres, Aníbal Fabián Martínez, como también de la querella, la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes agravó la calificación de homicidio culposo a homicidio simple de los nueve militares imputados por la muerte del subteniente del Ejército Matías Ezequiel Chirino, ocurrida el 18 de junio de 2022 en el Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3 de Paso de los Libres, en el marco de una "bienvenida" o "ritual de iniciación", en la que lo obligaron a beber alcohol en exceso, realizar ejercicios extenuantes y sumergirse en una pileta. En esa línea, el tribunal revisor ordenó las detenciones y dictó la prisión preventiva -ante la existencia de riesgos procesales- de los siete imputados a los que consideró coautores del crimen. Los dos restantes fueron procesados en carácter de partícipes necesarios.

La Cámara Federal también dispuso la remisión de una copia de la resolución a los ministerios de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y de Defensa de la Nación, y al Ejército Argentino, “a fin de que se tome razón y se evite ­en el futuro­ prácticas compatibles con ‘rituales de iniciación’”.

El 15 de agosto pasado el tribunal había celebrado la audiencia en la que la fiscalía fundó la imputación por homicidio simple. Asistieron Schaefer, interinamente a cargo de la Fiscalía General ante la Cámara Federal, y el fiscal Martínez, designado por el procurador general interino, Eduardo Casal, por pedido de Schafer, para actuar en forma conjunta o alternada en esa instancia. También estuvo presente el padre de la víctima, querellante en el caso, junto a sus abogados.

El fiscal Martínez había señalado que los imputados “eran conscientes del peligro creado en la salud, y de todas formas siguieron adelante sometiendo a la víctima, compeliéndolo a beber hasta perder el conocimiento. Luego, siendo conscientes del estado de indefensión en que se encontraba Chirino, lo abandonaron a su suerte, demostrando indiferencia y aceptando el posible resultado luctuoso toda vez que no tomaron los recaudos mínimos necesarios para evitarlo -custodiarlo, abrigarlo ante las bajas temperaturas reinantes-, máxime cuando el medio utilizado era idóneo para producirlo”.

En diálogo con Fiscales.gob.ar, el fiscal general Schaefer aseguró: “Esto nunca debió haber pasado. Nos parece inaceptable”.

“No fue una cena de ‘bienvenida’ ni un ‘agasajo’”, sino que “aquel encuentro fue organizado de antemano en vistas del riesgo que ello implicaba”, sostuvo la Cámara Federal.

Argumentos de la Cámara: "Dominio completo de la voluntad de la víctima"

La camarista Mirta Gladis Sotelo y su colega Ramón Luis González indicaron que los imputados “ejercieron el dominio de la voluntad, mediante órdenes ilícitas impartidas a las víctimas, y en particular a Matías Chirino”, y sostuvieron que los acusados “buscaron provocar lesiones y tratos humillantes, con consciencia del riesgo posible del desencadenamiento mortal”.

En ese sentido, señalaron que, si bien la propia víctima ejecutó las acciones que lo llevaron a perder el conocimiento, “fueron los imputados quienes dominaron ­mediante coacciones­ a Matías y, por ende, dominaron también de manera mediata la ejecución del hecho, teniendo un completo dominio de la voluntad de la víctima”.

Añadieron que “las órdenes emitidas por los involucrados a las víctimas -e incluso a los otros dos Subtenientes nuevos-, en calidad de ‘superiores’, tanto en cargo como en antigüedad, bajo el régimen de una institución militar donde aquellos estaban a punto de ingresar y puntualmente, bajo una constante amenaza de sufrir ‘represalias’ y ‘castigos’ ante su negativa (…) justifican que aquél haya desarrollado las conductas que culminaron con su vida”.

En definitiva, Sotelo y González destacaron que, mediante esos comportamientos, los imputados dominaron la voluntad de las víctimas, erigiéndose como autores mediatos del suceso.

Por otro lado, resaltaron que la cena de la noche del sábado 18 de junio del 2022 “no fue una cena de ‘bienvenida’ ni un ‘agasajo’”, sino que “aquel encuentro fue organizado de antemano en vistas del riesgo que ello implicaba”. En esa línea, señalaron que con sus conductas “ya crearon ­de antemano­ un riesgo prohibido, superando cualquier límite de lo social y jurídicamente tolerado”.

En relación a la concatenación de los hechos, indicaron que los imputados, “mediante una serie de conductas disvaliosas, han generado la creación de un riesgo jurídicamente desaprobado, respecto de la vida de Matías (Chirino)”.

Para los jueces del tribunal superior, estas acciones “jurídicamente reprobadas” mediante las cuales los imputados pusieron en riesgo la vida de la víctima, se materializaron con el resultado muerte de Chirino, dado que aquellas tuvieron la “aptitud” para producir el desenlace final.

Por otro lado, destacaron que en este caso debe valorarse “la realización del plan”, dado que, luego de ejecutar las conductas que condujeron a la muerte de Chirino, ordenaron acostar a la víctima inconsciente en un colchón, con pleno conocimiento del estado en que se encontraba.

“Todos ellos, ante el notorio estado de la víctima, se retiraron del lugar conscientes del riesgo de muerte que ello implicaba, no renunciando a ‘su plan’ y siéndole completamente ‘indiferente’ a la eventual producción del resultado”, concluyeron.

La camarista Sotelo y su colega González señalaron que los imputados “ante el notorio estado de la víctima, se retiraron del lugar conscientes del riesgo de muerte que ello implicaba, no renunciando a ‘su plan’ y siéndole completamente ‘indiferente’ a la eventual producción del resultado”.

El caso

De acuerdo con la investigación, el 18 de junio de 2022 se realizó una reunión al estilo de “bienvenida, bautismo y/o ritual de iniciación” dentro del quincho del casino de oficiales de la unidad militar. En ese contexto, tanto a Chirino como a otros dos nuevos subtenientes les exigieron que comenzaran a beber alcohol en exceso con el estómago vacío.

Como parte del mismo “rito”, los obligaron a colocarse ropa de gimnasia de verano y a sumergirse con ella en la pileta del lugar. Además, les ordenaron que cantaran y recitaran “la oración del soldado” y la misión del Ejército Argentino. Si se equivocaban, debían correr alrededor del quincho o hacer flexiones de brazos.

Según se investiga, en el momento en que los tres nuevos subtenientes perdieron el conocimiento, los responsables los abandonaron en una de las habitaciones asignadas a uno de ellos. Chirino terminó en un colchón sobre el piso, sin una frazada a pesar de las bajas temperaturas de aquella noche.

Cerca de las 06.00 de la mañana, uno de los ahora imputados llamó a la enfermera de guardia y le pidió que fuera hasta la unidad porque uno de los nuevos integrantes “se había pasado de alcohol”. De acuerdo con las constancias, a las 06.30 ingresó a la habitación y notó que Chirino no presentaba signos vitales, por lo que comenzó a realizar la reanimación mientras se decidía el traslado del joven al hospital San José de Paso de los Libres, donde se comprobó el fallecimiento.