28 de marzo de 2024
28 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Tercera audiencia de debate
Nueva jornada del juicio por la niña herida al caer una rama en Plaza Almagro
En la jornada de hoy, ocho personas brindaron sus testimonios. Tanto los especialistas consultados como los guardias del parque y funcionarios porteños coincidieron en que el árbol era un peligro y debía ser removido. El juicio se reanudará el próximo 6 de marzo con un careo y las exposiciones de otros testigos.

Con la intervención del titular de la Fiscalía Nacional en lo Correccional N°8, Anselmo Castelli, continuaron las audiencias en el juicio oral y público, en el que se intenta determinar si siete ex funcionarios porteños omitieron controles tendientes a evitar la caída de la rama del plátano de Plaza Almagro, que el 1° de diciembre de 2009, lesionó a una niña de seis años.

En la jornada de hoy brindaron sus testimonios los ingenieros agrónomos Daniel Aníbal Cabrelli, Lucía Sparanoccia y Pablo Enrique Grajalba; los guardianes de la Plaza Almagro, Cristian Leonardo Musco y Marcela Karina Ortellao; la inspectora Maisa Molina y las empleadas administrativas Emilia Filomena Barrera y Cintia Ortega.

La audiencia comenzó con la lectura del informe pericial labrado por Cabrelli, Sparanoccia y Grajalba, de fecha 3 de diciembre de 2009 (dos días después del hecho que perjudicara a la menor), en el cual se refería al plátano de 27 metros de altura, de unos cincuenta años de vida. Según consta en el acta, se trataba de “un ejemplar adulto, en estado de decrepitud”, por lo que recomendaba “la remoción total del ejemplar”.

Cabrelli manifestó que el árbol se encontraba afectado por hongos, y que habrían transcurrido entre “15 ó 20 años desde que el árbol enfermó y que se produjo la caída de la rama”. Asimismo, sostuvo que “el árbol estaba muerto y que “para ese estado de gravedad no hay tratamiento, pues resultaría antieconómico para el Gobierno de la Ciudad mantenerlo”. Concluyó que ante la situación del ejemplar era “previsible que puedan desprenderse armas de forma gradual”.

A su turno, la ingeniera Sparanoccia sostuvo que, para una persona que no es experta, el estado del árbol podía no ser advertible, pues se requieren ciertos conocimientos, porque “una persona común difícilmente pueda ver el estado de decrepitud” del plátano. También refirió a que ejemplar presentaba ramas secas, y que las mismas podían permanecer en el árbol o tenían alta probabilidad de caerse.

Por su parte, el especialista Pablo Grijalba coincidió con Cabrelli en que el árbol estaba visiblemente comprometido. Describió que el árbol estaba enfermo y que tenía “un proceso de deterioro que no es de un día para otro”, sino que fue progresivo -estimó una infección de 10 años- por lo que las ramas podían caer, al tiempo que agregó que el plátano estaba en la segunda etapa de la enfermedad, en las que las ramas podía caer o no.

Las declaraciones de los guardianes de la Plaza Almagro

La jornada continuó con la declaración del guardián Cristian Leonardo Musco, quien estuvo presente en la plaza al momento del hecho. El hombre contó que aquel día estaba con su compañera a unos 10 metros del árbol, cuando escuchó un “crujido” y posteriormente vio la caída de la rama sobre la niña. También reconoció que no había advertido a los padres de la niña que el lugar era peligroso.

Musco sostuvo que sabía que el árbol estaba en mal estado y que, en su momento, se lo informó a sus supervisoras María Clara y María Rosa Sardo –-uienes elevaban la novedad- además de asentarlo en el libro de actas de la plaza. Por otra parte, afirmó haber visto en el lugar, en alguna oportunidad, a Rómulo Pini y a Fernando Risso, a quienes reclamó la poda en general, debido a que “cuando había tormenta, se solían caer ramas”.

A continuación, la guardiana Marcela Ortellao, que cumplía funciones en la Plaza junto a Musco, dijo que aquel día, cerca de las 17.30, estaba en el sector medio de la plaza, junto a su compañero y a una persona de limpieza, cuando escuchó un estruendo y los gritos de los padres de la niña herida. Sostuvo que corrió a auxiliarlos, y que “el papá levantó a Z. como pudo y salió corriendo”, que ella colaboró en parar a un auto, cuya conductora los llevó al Hospital Durand.

Ortellao también dijo que llamó a Sardo para avisarle lo que había ocurrido, y que esta le dijo que se dirigiría a la Plaza. Luego de media hora, también se comunicó con Risso, para solicitarle permiso para retirarse de su puesto e ir al hospital para ver cómo estaba la niña. Agregó que, al momento del hecho, hacía un año que trabajaba en la Plaza, y que “conocía el estado del árbol; se notaba que estaba enfermo”.

A diferencia de su compañero, la guardiana afirmó que “un mes y medio o dos antes se comenzó a vallar la zona”, con cinta de peligro, por orden de las supervisoras Sardo, y que durante sus turnos ello había ocurrido en tres oportunidades, pero que la gente rompía las cintas. 

Las discrepancias entre las exposiciones de Musco y Ortellao motivaron a que el fiscal Castelli solicitara la realización de un careo entre ellos, lo cual fue dispuesto por el titular del Juzgado Nacional en lo Correccional N°4, Carlos Ponte, para la audiencia del 6 de marzo.

Inspección y pedido de remoción del plátano

La siguiente declaración fue la de la técnica en jardinería Maisa Molina, quien inspeccionó el plátano y recomendó su extracción. En relación a su función, Molina sostuvo que las “planillas de relevamiento” le eran remitidas por la Dirección de Arbolado, a través de correo electrónico, y que Alberto Vivas y Carolina Macri eran los que le distribuían el trabajo. Agregó que tras hacer las inspecciones, entregaba las planillas de relevamiento en “la Dirección de Arbolado, en una caja que decía ‘Extracciones’”, al tiempo que refirió haber visto, en esaoficina, a Guillermo Baló -entonces director de Arbolado- y a Omar Ramos, cuyo rol desconocía.

También sostuvo que existía una “llegada VIP”, que consistía en que le mandaran los mails como los otros y que “ponían VIP, lo que implicaba que había que verlo en la semana”, aunque manifestó desconocer sí la resolución de los trámites VIP era igual a la de los otros.

Los dichos de las empleadas porteñas

Sobre el final, declararon Emilia Filomena Barrera -responsable de Recursos Humanos del área de Espacios Verdes- y Cintia Ortega -coordinadora del área de Despachos-.

Cuestionada por el fiscal, Barrera sostuvo que Claudio Russo trabajaba en la Dirección de Arbolado, en el área operativa; al igual que Omar Ramos, cuyas labores desconocía, aunque “lo que se escuchaba en el pasillo, era que era la mano derecha de Baló”. En relación con Risso, dijo que sabía que “estaba en el área de Guardianes y los controlaba en la plaza”, que Pini “estaba a cargo del área de Guardianes” y que las hermanas Sardo “recorrían las plazas y controlaban a los guardianes, levantaban reclamos y notas de los guardianes para sus supervisores”.

Por su parte, Cintia Ortega dijo trabajar “en la parte administrativa de la Dirección de Arbolado, en Despachos”. Respecto al trámite, la coordinadora sostuvo que Inspecciones les derivaba las extracciones, para que ellos redactaran las disposiciones -que firmaba el director de Arbolado, Guillermo Baló- y que luego remitían a Ramos en Reclamos. Manifestó no saber “que tenía que hacer Ramos con las disposiciones”, pero supuso que las derivaría, aunque no pudo especificar quién debía confeccionar las órdenes de trabajo, ni quién debía ejecutarlas, como así tampoco nadie les informaba sí las extracciones -indicadas en las disposiciones- se habían realizado. En relación a la Disposición N°112, dijo no recordar su origen aunque estimó que debió “haber sido por la planilla de Maisa (Molina)”.

Respecto a los imputados, sostuvo que Pini, Risso y las hermanas Sardo trabajaban en Espacios Verdes; que Russo era coordinador en Arbolado, pero que no tenía trato con él, ya que estaba en la sede de la calle Venezuela, y que con él trabajaba Carlos Paltrinieri. Refirió también que Carolina Macri y a Carlos Vivas se desempeñaban como inspectores en Arbolado; que Ramos trabajaba como coordinador en “Reclamos” con Alejandro Torres -quien junto a Laura Burgos- recibía las ordenes de trabajo.

Próximos testigos

El juez Ponte dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo jueves 6 de marzo, cuando se realizará el careo entre los guardianes de la Plaza Almagro, Cristian Musco y Marcela Orteallao. 

Asimismo, en esa jornada están previstas las declaraciones testimoniales de Juan Pablo López, Carlos Adrián Paltrinieri, Adrián Peña, Rodolfo Méndez, Jorge Núñez y Juan Carlos Medina.

El debate
El juicio comenzó el pasado 20 de febrero con las indagatorias de los ex funcionarios porteños imputados Guillermo Fabián Baló (ex Director General de Arbolado), Rómulo Noberto Pini (ex Director Operativo de Guardianes de Parque y Plazas), Fernando Risso (ex coordinador de Guardianes de Parques y Plaza), Roberto Claudio Russo (ex titular del Departamento de Arbolado Urbano), Omar Ramos (ex responsable del área “Reclamos”) y las supervisoras María Clara y María Rosa Sardo, quienes están acusados por el delito de lesiones graves culposas en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Al día siguiente, brindaron su testimonio los padres de la niña, Bárbara y Adrián y otros cinco testigos: la abuela de la menor, Víctor Loschiavo -concurrente habitual de la plaza-, Walter Ayala -empleado de limpieza del parque-, Eduardo Galli -encargado del sector “Inspecciones y Fiscalizaciones”- y el policía Walter Alberto Ramos.