El Tribunal Oral Federal N°2 de San Martín condenó a Carlos Insaurralde, Daniel Núñez, Oscar Meza Cardozo, Ricardo Paz y Lucas Segovia a penas de entre quince y treinta años de prisión por su intervención en dos secuestros extorsivos, ser parte de una sociedad ilícita a fines de cometer acciones y delitos contra la propiedad, la libertad y la vida de las personas y por originar un tiroteo en un control policial en el que fueron heridos tres efectivos, en distintas localidades del partido de San Martín. En el debate oral intervino el titular ante la Fiscalía General N°2 ante el TOF de San Martín, Alberto Gentili, quien contó con la colaboración de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), a cargo de Santiago Marquevich.

Los hechos

Según el requerimiento de elevación a juicio elevado por el Ministerio Publico Fiscal, los imputados participaron de tres hechos distintos. El primero de ellos ocurrió en la medianoche del 9 de mayo, cuando el grupo abordó en Núñez a una pareja y la mantuvo cautiva por más de cuatro horas. Como represalia de no poder cobrar un rescate a cambio de su libertad, le dispararon en el hombro a una de sus víctimas, antes de liberar a ambas en la localidad de Villa Martelli, en el partido de Vicente López, previo quitarles su automóvil, dos teléfonos celulares, una cartera y documentación de diversa índole.

El segundo hecho por el que fueron imputados los acusados se desarrolló unas semanas más tarde, el 22 de mayo, cuando a punta de arma de fuego, interceptaron a un hombre de 29 años mientras estacionaba su auto en el barrio porteño de Belgrano. Durante siete horas, la banda lo retuvo cautivo y lo obligó a llamar a distintos miembros de su familia para cobrar un rescate a cambio de su vida, con una negociación que empezó en seiscientos mil pesos, y terminó siendo de treinta y ocho mil. Sin embargo, tras una confusión, los acusados decidieron terminar con el secuestro sin cobrar y liberaron a su víctima en José León Suárez, en el partido de San Martín. Antes de liberar a su rehén, le dispararon en un glúteo y se llevaron su automóvil, un celular de alta gama, su billetera y un reloj importado.

Finalmente, el 9 de junio de 2016, la banda se enfrentó en Villa Martelli con el comisario inspector Gustavo Santos Díaz, ex jefe de la División Antisecuestros de la Policía Federal, que en aquel entonces se encontraba trabajando encubierto. El operativo devino en un tiroteo en el que el efectivo perdió la visión de su ojo derecho por un impacto de bala y sufrió la disminución de fuerza de un brazo tras recibir una perdigonada.  Unos días después, el grupo GEOF de la Policía Federal detuvo a Insaurralde y Núñez mientras se refugiaban en la pieza trasera de una iglesia evangélica en la localidad de Merlo, donde además llevaban a las víctimas de sus secuestros. En otros operativos realizados en José C. Paz y San Andrés también fueron detenidas las parejas de ambos, sospechadas de ser parte del apoyo táctico de la banda, alquilando inmuebles a su nombre y consiguiendo teléfonos celulares.

El juicio

Para el fiscal, quedó probado que los cinco imputados formaban parte de una organización con el objetivo claro de cometer una actividad delictiva a lo largo del tiempo con división de roles establecidos, con Insaurralde como líder del grupo. De esta manera, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de San Martín, Daniel Cisneros, Alejandro Mancini y Walter Venditti, consideraron probados los hechos endilgados por la Fiscalía a los imputados. Así, Carlos Insaurralde fue condenado a la pena de treinta años de prisión al ser coautor penalmente responsable del delito de secuestro extorsivo agravado por la intervención de tres o más personas, en concurso ideal con el de delito de robo doblemente agravado por haberse cometido poblado y en banda y mediante el empleo de armas de fuego en concurso ideal con el de amenazas anónimas en dos ocasiones, que a su vez concurren con el de homicidio agravado por tratarse de un miembro de la fuerza policial en funciones en grado de tentativa. También fue hallado responsable del delito de resistencia a la autoridad, en concurso con el delito de supresión de chapa patente de un automotor, en concurso real con el de asociación ilícita en su carácter de jefe y organizador.

En el caso de Núñez, fue sentenciado a veinticuatro años de prisión por ser coautor de los dos secuestros extorsivos, en concurso con la tentativa de homicidio de Santos Díaz y en carácter de miembro de una asociación ilícita. En el caso de Meza Cardoso, recibió una pena de quince años al no haber sido parte de los dos secuestros extorsivos, pero sí de los demás delitos imputados a Insaurralde y Núñez. Ricardo Paz, en tanto, fue condenado a dieciocho años de reclusión al haber formado parte del primero de los delitos de privación ilegítima de la libertad, robo y como integrante de una asociación ilícita. Por último, Segovia recibió una pena de quince años de prisión por haber sido parte del primero de los hechos delictivos, como también de haber formado parte de la banda. En tanto, el tribunal decidió absolver a Mayra González e Ivana Miranda, parejas de Insaurralde y Núñez, respectivamente, y de quienes el Ministerio Público Fiscal había solicitado su imputación como miembros de la misma asociación ilícita que el resto de los condenados.