El fiscal federal Jorge Di Lello le pidió mediante un escrito al juez Ariel Lijo que aparte como querellante a Nicolás Ciccone, ex dueño de la empresa gráfica. Ciccone había declarado como testigo en la causa y la semana pasada el fiscal solicitó que se lo cite a declaración indagatoria.
Las defensas del vicepresidente Amado Boudou y de Alejandro Paul Vandenbroele habían pedido, mediante dos incidentes de falta de acción, que se aparte como querellante a Ciccone. El abogado del vicepresidente sostuvo que "el nombrado carece de legitimidad para ser considerado damnificado por los hechos que se investigan en autos, máxime cuando aún, en esta instancia del proceso, no ha podido descartarse su eventual participación en los mismos", algo similar a lo que planteó el abogado de Vandenbroele.
Sobre esta base, el fiscal consideró hacer lugar a lo solicitado por las defensas y se remitió a los argumentos esgrimidos la semana pasada en donde solicitó la indagatoria por considerarlo "partícipe en diferente grado de la maniobra" que involucró la quiebra y posterior adquisición de la Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone Calcográfica SA) por parte de la empresa The Old Fund.
Según Di Lello, Nicolás Tadeo Ciccone "habría mantenido varias reuniones con el resto de los imputados de la causa a fin de delinear la forma en que se procedería a conformar a los acreedores de la quiebra y la nueva estructura corporativa que tendría la empresa", que luego se convirtió en Compañía de Valores Sudamericana SA, donde estuvo como integrante del directorio.