El responsable de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°32, Leonel Gómez Barbella, solicitó la elevación a juicio de dos investigaciones que involucran a tres hombres de nacionalidad chilena, a quienes acusó de integrar una banda que se dedicaba a asaltar locales comerciales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los imputados son Raúl Santos Sepulveda Valenzuela (38), Erick Patricio Pino Pino (36) y Sebastián Andrés Vega Lizana (20), quienes fueron acusados como responsables del delito de robo agravado. Los dos primeros ocuparían un rol preponderante en la banda y están imputados por participar en los dos robos ocurridos en julio y septiembre de este año. Vega Lizana, por su parte, fue acusado por su vinculación con uno de los hechos.
La fiscalía tuvo a su cargo la investigación -que le fue delegada por el juez de instrucción- de los dos casos y trabajó de manera coordinada con el Centro de Monitoreo Urbano y con la División de Investigaciones de la Comuna 15 de la Policía de la Ciudad, que llevó adelante varios allanamientos. Además de solicitar la elevación a juicio, requirió que se profundice la investigación con el objetivo de identificar al resto de los autores involucrados en los hechos.
Los robos perpetrados por la banda
De acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio en el caso que investigó el primero de los episodios, Sepulveda Valenzuela y Pino Pino ingresaron el 26 de julio pasado a las 11.00 a una joyería ubicada sobre la Avenida Córdoba al 4700, en Villa Crespo, y amenazaron al empleado del local. “Quedate quieto o te pego un tiro”, le dijeron. Tras esto, lo encintaron, le taparon la boca y lo forzaron a arrodillarse en el baño mientras, junto con otros dos hombres que aún no fueron identificados, robaron aproximadamente 300 relojes y 3.000 dólares que había en la caja fuerte del local.
Además, sustrajeron el morral de la víctima, que contenía el certificado de defunción de su padre y unos 30.000 pesos. Cuando se fueron, el empleado alertó al 911 y le contó a la policía que uno de los ladrones había estado en la joyería el día anterior y se había mostrado interesado en uno de los relojes.
La acusación por el segundo hecho imputado indica que el 6 de septiembre a las 10.30 Pino Pino, Sepúlveda Valenzuela y Vega Lizana interceptaron a una joven que estaba por ingresar a una tienda de juegos del barrio de Monte Castro, sobre la calle Benito Juárez al 1900, a quien, luego de exhibirle un arma de fuego, la llevaron hasta la cocina del local donde la ataron con precintos y le colocaron una cinta en la boca.
Mientras permanecieron en la tienda, sostuvo la fiscalía, se robaron una notebook HP, un celular Iphone, accesorios de PC y diversos videojuegos. Luego de unos minutos la víctima logró zafarse y pidió ayuda a un vecino, que fue quien le contó que había observado a tres hombres que subieron cajas y bultos dentro de un auto marca Peugeot 208.
La fiscalía tuvo a su cargo la investigación de los dos casos y trabajó de manera coordinada con el Centro de Monitoreo Urbano y con la División de Investigaciones de la Comuna 15 de la Policía de la Ciudad. Además de solicitar la elevación a juicio, requirió que se profundice la investigación para identificar al resto de los autores involucrados en los hechos.
La situación que derivó en las detenciones
El 9 de septiembre de este año, en el barrio de Constitución, un policía fue alertado sobre unos hombres que subieron corriendo a un vehículo en marcha. Tras un seguimiento, el agente identificó a los tres imputados a pocas cuadras de allí y, como consecuencia del procedimiento, se encontraron en el baúl del Peugeot 208 varios juegos como los que habían sido robados tres días antes en Monte Castro y se detuvo a los hombres.
De acuerdo a lo que se pudo establecer durante la investigación, el vehículo había sido alquilado por Sepúlveda Valenzuela a una mujer que aportó a la causa la copia del contrato y también diversos mensajes que daban cuenta que desde julio de ese año tanto él como Pino Pino le habían arrendado distintos autos.
La fiscalía recabó también información provista por el Departamento Interpol de Santiago de Chile, con lo que se pudo marcar que Sepúlveda Valenzuela se manejaba a través de un seudónimo. En base a la investigación llevada adelante por la Policía de la Ciudad, se vinculó además a los tres imputados con un domicilio de la calle Bolívar al 1000, en San Telmo, donde se encontraron también diversos juegos y elementos de computación.
Por otra parte, se tuvo en cuenta que el rastreo satelital del auto lo ubicó hasta las 10.42 a la altura del comercio robado sobre la calle Benito Juárez. Su recorrido culminó a las 11.14 justamente en las inmediaciones de Humberto Primo y Bolívar.
“En definitiva, el cuadro cargoso incorporado en autos es suficiente como para que la presente causa avance al siguiente estadio procesal debiendo ponderar que, en lo que hace al descargo efectuado por los imputados, entiendo que no son más que un vano intento por morigerar sus comprometidas situaciones procesales, máxime cuando tenemos en cuenta que, como antes se ha indicado, no existen dudas sobre que aquellos se valían del rodado utilizado en el hecho y que la propia víctima reconoció a Pino Pino y Lizana Vega como los autores del suceso”, explicó el fiscal Gomez Barbella. Destacó que si bien el tercero de los imputados no fue identificado directamente por la víctima durante el robo al local de juegos, la descripción que hizo coincidía con la fisonomía de Sepúlveda.
“Por cierto, tampoco debe obviarse que la damnificada reconoció como suyos varios elementos secuestrados en el rodado de los imputados (varios días luego del hecho) y que movimientos del GPS del rodado que alquilaban demuestran un movimiento constante y sucesivos retornos al domicilio de aquellos”, concluyó.
El robo a la joyería
En el requerimiento de elevación a juicio sobre el caso del robo a la joyería, el representante del MPF valoró las tareas realizadas por la División de Investigaciones de la Comuna 15 de la Policía de la Ciudad, que logró realizar una reconstrucción de lo ocurrido y de esa forma identificó a los involucrados y determinó la participación que tuvieron en el hecho.
“Los numerosos seguimientos realizados respecto de las cámaras de seguridad obtenidas en la vía pública como de las privadas de los inmuebles cercanos al lugar del hecho y las del propio domicilio de los encartados, dan cuenta de cómo fue la colaboración de los acusados. Así se determinó que ingresaron al local siniestrado un total de cuatro personas y que el primero fue quien el día anterior había concurrido a averiguar por la compra de un reloj”, explicó la fiscalía.
Tras describir a todos los hombres, indicó que los cuatro se dieron a la fuga en distintas direcciones, por lo que se procedió a realizar un seguimiento sobre aquel que se subió al auto Volkswagen involucrado en el robo. La realización de tareas de campo permitió que varios vecinos de la zona de Almagro relataran que las personas que se movilizaban en ese rodado serían de nacionalidad chilena, uno de nombre Eric –quien conducía el vehículo- y otro de nombre Raúl Sepúlveda.
En el requerimiento, la fiscalía mencionó el otro caso que involucra a los hombres y señaló las similitudes entre ambos. “En ambas causas, un número similar de autores abordó a la vendedora luego de abierto el local, la inmovilizaron mediante el uso de cinta adhesiva y precintos, la trasladaron hacia otro sector y se apropiaron de mercadería”, indicó.
Calificación legal
Con respecto al asalto a la joyería, la fiscalía consideró que Pino Pino y Sepúlveda Valenzuela debían ser considerados coautores del robo agravado por su comisión en poblado y en banda.
En relación al episodio de la tienda de juegos de Monte Castro, solicitó al juzgado que envíe a juicio oral a aquellos dos hombres y a Vega Lizana en calidad de coautores del delito de robo agravado por haber sido cometido con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada y por su comisión en poblado y en banda.