Los jueces Marcelo Roberto Alvero, María Cecilia Maiza y Raúl Horacio Llanos comenzaron con el juicio contra un hombre de 43 años acusado de rociar con alcohol etílico a su pareja y prenderla fuego, en septiembre de 2015. Mario Figueroa está imputado por los delitos de “homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género en concurso ideal con daños”. En el debate, interviene el fiscal Santiago Vismara.

Figueroa trabajaba como encargado de un edificio ubicado en Virrey del Pino al 2500, en el barrio de Belgrano. El 4 de septiembre del año pasado, cerca del mediodía, el acusado subió hasta el octavo piso, donde vivía con su pareja y sus hijos. Según el requerimiento de elevación a juicio realizado por el fiscal Carlos Velarde, luego de discutir con la víctima, la roció con alcohol etílico y la prendió fuego. Esto le provocó quemaduras en un 40% de su cuerpo.

La mujer fue trasladada al Instituto del Quemado, donde falleció días después, el 24 de septiembre. De acuerdo al informe de autopsia realizado por el Cuerpo Médico Forense, la causa de muerte fue por “congestión, edema pulmonar y quemaduras graves”.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº24 escuchó el descargo que realizó Figueroa sobre los hechos. Reconoció que hubo una pelea con su pareja ese día pero dijo que era por una deuda de un teléfono celular que ella le había conseguido a una amiga. Según su relato, la víctima se encerró en su cuarto a fumar y que minutos después la escuchó gritar “me quemo”.

Describió una secuencia en la que intentó ayudar a la víctima sacándole parte de las prendas que estaban incendiadas y metiéndola luego abajo de la ducha. También, aseguró que le pidió a los vecinos que llamaran a los bomberos. Ante las preguntas de la fiscalía, recordó que su pareja lo había denunciado en febrero de 2013, algo que denominó como “un percance”. En el marco de esa causa se dictó una prohibición de acercamiento aunque luego terminó con una suspensión de juicio a prueba. A pedido de la defensa, declararon los dos hijos de la pareja. También fueron llamados como testigos las hermanas de la víctima, algunas amigas y los vecinos del edificio de Virrey del Pino.

Los policías que participaron del operativo coincidieron en que Cardozo estaba “muy tranquilo”. Uno de ellos fue el que subió hasta el octavo piso y se encontró con la víctima, a quién vio con el cuerpo “todo quemado”. “El portero apareció después, dijo que había ido a buscar una manguera” agregó y recordó que en el lugar había un matafuegos, que él accionó para intentar sofocar el fuego. Otro de los efectivos fue quién recibió la versión del imputado sobre lo sucedido: “dijo que la esposa estaba fumando en el cuarto, que se le cayó el alcohol y por eso se incendió”.