25 de abril de 2024
25 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
Menu
El veredicto se conocerá luego de la feria judicial
Pidieron 18 años y seis meses de prisión para un hombre que abusó sexualmente de las dos hijas de su pareja
Para el fiscal general Sandro Abraldes, el acusado “avasalló totalmente a las víctimas y no las reconoció ni como niñas ni como personas sino que los convirtió en objetos sexuales”.

“Es un hombre que ha logrado, aún hoy, impedir que su entorno le ponga palabras y nombres a su monstruosidad.” Con esa descripción, el fiscal Sandro Abraldes, interinamente a cargo de la Fiscalía General N°27 ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal solicitó que se condene a un hombre, por abusar de las dos hijas de su pareja, a la pena de 18 años y seis meses de prisión.

Ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°29, el representante del Ministerio Público Fiscal consideró que el hombre -del cual no se consigna su nombre para proteger a las víctimas- es responsable de “abusos sexuales simples, gravemente ultrajantes y con penetración, agravados por haber sido cometidos contra dos menores de 18 años, por haber resultado un grave daño en la salud mental de una de ellas y por aprovecharse de la situación de convivencia con ambas”.

Además, le solicitó a los jueces Juan Ramos Padilla, Rodolfo Gustavo Goerner y Hugo Navarro que una vez que la sentencia quede firme, se disponga la obtención y extracción del perfil genético del hombre de 49 años para que sea remitido al Banco de Datos Genéticos, de acuerdo a la Ley N°26.879 que creó el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual. Tras los alegatos de la defensa, el veredicto se conocerá el próximo 7 de febrero de 2022.

La acusación
El fiscal indicó primero cómo el hombre apareció en la vida de las niñas. El padre de las chicas era policía y fue asesinado durante un robo a un supermercado en 1997, cuando las niñas tenían casi tres años una y apenas cuatro meses la otra. El imputado era compañero de su padre y poco tiempo después, comenzó una relación con la madre de las nenas.

Los abusos comenzaron cuando tenían entre siete y ocho años y duraron hasta los quince de cada una. Una de las ahora jóvenes relató en el juicio el momento en que “estalló” y le reveló a su madre lo que sucedía. La mujer, inmersa también en la manipulación que llevaba adelante el acusado, no le creyó y la adolescente fue prácticamente expulsada del hogar y se fue a vivir con sus abuelos. La otra chica fue amenazada por el hombre para que no dijera nada. “Si decís algo, te mato a vos y a tu mamá”, le habría dicho en esa ocasión.

Ambas jóvenes se presentaron durante el debate y sus declaraciones fueron repasadas por el fiscal Abraldes en su alegato. Las dos coincidieron en la modalidad de los abusos que cometía el hombre, que los disfrazaba muchas veces como “juegos”, a cambio de “favores” o para ayudarlas con alguna tarea escolar. Muchas veces las iba a buscar a su cuarto y siempre aprovechaba cuando la madre no estaba en la casa o se encontraba dormida.

“Cada actividad tenía una especie de ‘peaje’ y eso era el sometimiento de la víctima a los designios sexuales del agresor”, explicó el fiscal. “La normalidad en la que las hizo crecer tenía que ver con la agresión sexual, con la naturalización de esas agresiones sexuales”, recalcó. En esa línea, destacó las distintas evidencias científicas, entre ellas lo evaluado por la psicóloga del Cuerpo Médico Forense que realizó la Cámara Gesell.

También hizo foco en los testimonios que dieron los abuelos maternos de las niñas, su tía y los novios que tuvieron durante su adolescencia. Ese núcleo relató cómo se enteraron de los abusos que padecieron las chicas: para la Fiscalía, sus declaraciones son coincidentes entre sí.

“Una estrategia de silenciamiento”
Al momento de analizar la situación junto con las evidencias recolectadas durante el debate, el fiscal Abraldes sostuvo que el hombre tenía un patrón de conducta y se manejaba mediante la manipulación de sus víctimas y del entorno en el que se movía, así como también desplegaba una estrategia de silenciamiento sobre las chicas.

“Cuando comienzan las primeras señales de resistencia en las víctimas, empieza su estrategia de manipulación: les decía que debían estar afectadas por lo que le había pasado al padre y no con lo que les hacía él a ellas”, indicó el fiscal y determinó que de esa forma el hombre construía una especie de normalidad para las nenas, que incluía las agresiones sexuales constantes y permanentes.

“El hombre realizó una selección de sus víctimas conforme a un criterio de vulnerabilidad, en función de carencia de figura paterna: eligió a las dos chicas, eligió a la mujer que había perdido recientemente su pareja. Construyó una territorialidad y un escenario que le aseguraban su impunidad”, resaltó el representante del MPF.

Habló después de la importancia de evaluar este tipo de casos con perspectiva de género y sostuvo que no se trataba de “relajar” estándares probatorios sino de utilizar herramientas para comprender mejor las situaciones. Con respecto a esta causa, señaló que había claramente una relación asimétrica entre el hombre y las niñas.

“No se puede cuestionar a las víctimas porque no gritaban o porque no pedían auxilio ya que fue la normalidad en la que crecieron. Incluso, cuando una de ellas habló, su madre no le creyó”, marcó la Fiscalía.

Al momento de solicitar la pena, el fiscal Abraldes valoró ciertos aspectos que para él agravaban la situación: el avasallamiento total de las víctimas; haberlas convertido en objetos sexuales; la proyección en el tiempo de las conductas; la manipulación para lograr sus propósitos; las edades de las nenas; la vulnerabilidad en la que estaban inmersas y el daño que les causó.