Los fiscales Adolfo Villatte y Federico Reynares Solari comenzaron este miércoles a exponer su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Rosario en el juicio que se le sigue a 11 militares, policías y civiles por el secuestro, las torturas y el homicidio de los militantes Osvaldo Agustín Cambiaso y Eduardo Daniel Pereira Rossi, quienes fueron capturados en esa ciudad santafesina el 14 de mayo de 1983 y cuyos cuerpos aparecieron luego a la vera de un camino rural, en el partido bonaerense de Zárate, y presentados como muertos en un enfrentamiento con la policía.
La presentación de los fiscales, que continuará el próximo miércoles a partir de las 9:00, se extenderá al menos durante tres jornadas, a lo largo de las cuales explicarán las responsabilidades de los acusados. Además de que los hechos fueron sobre el final de la dictadura, otra de las particularidades de este juicio es que cuenta entre los acusados a toda la cadena de mando, desde los ejecutores directos, como el ex oficial de la policía bonaerense Luis Patti y el ex cabo Juan Amadeo Spataro, hasta quien usurpaba el cargo de presidente de la Nación, Reynaldo Benito Bignone.
En el medio de los extremos de participación, se encuentran acusados los militares y civiles que revistaban en el Destacamento de Inteligencia 121 de Rosario, acusados de preparar y ejecutar la operación: el jefe, Oscar Pascual Guerrieri y su segundo, Luis Américo Muñoz, y los civiles de inteligencia Walter Salvador Dionisio Pagano, Carlos Antonio Sfulcini, Juan Andrés Cabrera y Ariel Antonio López. También están siendo juzgados, como autores mediatos, el ex segundo jefe del Cuerpo II del Ejército, Rodolfo Jorge Rodríguez, y el ex jefe de Operaciones del Estado Mayor de aquella Gran Unidad de Batalla, Alberto Carlos Lucena.
Cambiaso, alias "el viejo", era un dirigente peronista de la línea interna "Intransigencia y Movilización Peronista". Pereira Rosi, militante de la misma línea, además formaba parte de la conducción de Montoneros.
En la primera jornada de alegatos, Villatte y Reynares Solari abordaron la estructura represiva de la zona y el rol particular del Destacamento 121 y "la continuidad de la ejecución del plan sistemático aún en vísperas de la democracia".
También, se refirieron a la debilidad de la versión oficial de los hechos y a la realidad de lo ocurrido.
"Quienes perpetraron los homicidios montaron una escena de modo tal que a la vista de todos pareciera que la muerte tuvo por motivo un enfrentamiento armado con el fin de conseguir impunidad, lo que se sabe no fue real", dijo Villatte a Fiscales.
Cambiaso y Pereyra Rossi fueron secuestrados entre las 10:30 y las 11:00 de la mañana del 14 de mayo de 1983 del Bar Magnun, en la esquina de Córdoba (hoy, Eva Perón) y Ovidio Lagos, de Rosario, donde se habían reunido a discutir sobre la coyuntura política.
Un grupo operativo integrado por civiles de inteligencia del Destacamento 121, entre los que se encontraban los acusados, los arrastró a la vereda y los subió a un furgón Mercedes Benz, que se fue escoltado por dos Ford Falcon, uno amarillo y otro celeste.
Las pruebas reveladas en la investigación y en el debate indican que los dos militantes fueron encerrados y torturados -entre otros métodos, con el paso de corriente eléctrica- en un galpón de tornería industrial situado en la zona sur de Rosario, cuyos dueños tenían vínculos con la inteligencia castrense.
Las dos víctimas fueron mantenidas allí algunas horas y luego fueron trasladadas por la Ruta 9 y entregadas al grupo operativo del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional Tigre, de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Luis Patti e integrado además por Juan Amadeo Spataro y Rodolfo Diéguez.
Los cuerpos de Cambiaso y Pereyra Rossi aparecieron en la tarde del mismo 14 de mayo en un camino rural de Lima, partido de Zárate, con impactos de armas de fuego.